Camino de su puesto de observación, en el segundo punto de Lagrange (L2), y a la espera de que pueda enviarnos sus primeros (y deseados) datos —algo que no ocurrirá hasta dentro de varios meses—, el telescopio espacial James Webb va dejando ya algunas noticias positivas. Desde su lanzamiento, el 25 de diciembre, ha iniciado ya el despliegue de su escudo solar y la antena que le permitirá enviar 60 GB de datos a diario. Son pasos pequeños y que llegan a cuentagotas, pero desde luego apuntan en la buena dirección. Quizás la mejor noticia, por lo que implica, sea sin embargo la que compartía el miércoles la NASA: Webb trabajará más tiempo del previsto.
Si quiere operar en condiciones adecuadas y conservar y corregir su órbita, Webb necesita combustible. Como recuerda la NASA, el telescopio espacial no solo debe situarse en órbita alrededor del punto L2; deberá también operar maniobras de “mantenimiento de la estación” y la "gestión del impulso", fundamental para que pueda preservar su orientación en el espacio.
El gran hándicap: el combustible
El problema es que la cantidad de combustible de la que dispone James Webb es limitada y la enorme distancia a la que operará, a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros, descarta cualquier posibilidad de una misión tripulada futura para repararlo o actualizarlo. Partiendo de tales premisas y a la vista del combustible disponible, los expertos calculaban que el observatorio espacial tendría una vida útil de entre cinco y diez años. El mínimo irrenunciable siempre se ha fijado en un lustro; pero lo cierto es que desde hace tiempo se apunta al objetivo de la década.
Ahora la NASA no descarta que esa vida útil pueda ser mayor de lo previsto. El motivo: las maniobras iniciales han exigido menos gasto energético del que preveían en un inicio los técnicos. Desde la agencia espacial ya se habla incluso de sobrepasar la barrera psicológica del decenio.
“Debido a la precisión de nuestro lanzamiento y nuestras dos primeras correcciones a mitad de camino, el equipo ha analizado su trayectoria inicial y ha determinado que el observatorio debería tener empuje para permitir el apoyo de operaciones científicas en órbita durante bastante más de la vida científica [prevista] de 10 años”. El mismo discurso adoptó la agencia espacial europea (ESA), que destaca a su vez el papel determinante que ha desempeñado el Ariane 5.
Due to the precision of our launch and our first two mid-course corrections, our team has determined that Webb should have enough fuel to allow support of science operations for significantly more than a 10-year science lifetime! 💫 https://t.co/1e3sWlynPI pic.twitter.com/yb4Oe6dnwj
— NASA Webb Telescope (@NASAWebb) December 29, 2021
La “gran mayoría” de la energía para enviar el observatorio a su órbita alrededor del L2 —detalla la agencia de EE.UU. en un comunicado oficial— la aportó el cohete Arianne 5. Una vez liberado, los técnicos tuvieron que aplicar “pequeños ajustes a la trayectoria”. La primera maniobra, aplicada ya el mismo 25 de diciembre y relativamente pequeña, fue de 65 minutos y agregó 20 metros/segundo a la velocidad del observatorio. La segunda, el 27 de diciembre, sumó otros 2,8 metros por segundo. La matriz solar pudo desplegarse también 29 minutos después del lanzamiento.
A la vista del combustible consumido hasta ahora y la trayectoria que queda pendiente, el equipo de la NASA concluye que “el observatorio debería tener suficiente propulsor para permitir el apoyo de las operaciones científicas en órbita durante un período significativo, más de una vida científica de diez años”. Desde la agencia mantienen de todas formas la cautela y reconocen que a lo largo de los próximos meses o años podrían darse factores que alteren la duración de la operación.
#Webb's precise launch on an ESA-provided @ariane5 rocket operated by @Arianespace from @EuropeSpacePort means the observatory has enough propellant for science operations in orbit for significantly more than a 10-year lifetime 👉 https://t.co/EglJF47ZP0 pic.twitter.com/cLyjAX8xhl
— ESA (@esa) December 29, 2021
Y pasado ese período de vida útil, ¿qué?
Eso: ¿Qué pasará después de esa década larga de trabajo? “Cuando el combustible se agote, poco a poco irá saliendo de órbita y la desalojará, es decir, la dejará libre para que otras misiones puedan utilizarla”, explicaba la astrofísica de la Agencia Espacial Europea (ESA) Macarena García a Nius Diario hace varios días, cuando confiaba en que el observatorio trabajase, al menos, 10 años.
Lo cierto es que el Webb se encuentra con un listón bastante alto. Su predecesor, el Hubble, ha superado con creces el período para el que fue diseñado en un inicio: se lanzó para un plazo inicial de 15 años y lleva ya una hoja de servicio de más de 31. Su sucesor, eso sí, cuenta sin embargo con el importante hándicap de que no ha sido diseñado para repararse en el espacio. La NASA, en cualquier caso, —como recuerda Daniel Marín en su blog Eureka— ha abierto la puerta a una misión robótica que pueda ampliar la vida útil de un observatorio que ha costado 10.000 millones de dólares, lo que lo convierte en una de las misiones espaciales más caras y complejas.
Hace solo unos días, el administrador asociado de la NASA, Thomas Zurbuchen, llegó a afirmar incluso de forma pública que la agencia podría dedicar recursos a misiones espaciales robóticas que puedan surtir de combustible a Webb. Una de las claves en la toma de la decisión serán los resultados del propio observatorio. “Voy a poner todo el esfuerzo en desarrollar esa tecnología [pero]; no voy a empezar a invertir dinero antes de que estemos allí”, explicó el directivo de la agencia estadounidense en declaraciones recogidas por el diario The Atlantic.
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jackues
Sinceramente, me alegro por el James Webb y todo el proyecto asociado, pero sobre todo me alegro por la ESA, necesitaban una "victoria" y este lanzamiento ha sido excelente.
Hay que volver a confiar en la ESA y mas con el Ariane 6 apunto de salir de la fábrica. Aunque estamos lejos de poder compararnos con otras agencias aeroespaciales, este es un buen camino para empezar.
Con todo esto no digo que la compañía no tenga buena imagen, pero últimamente ha estado poco activa y ha tenido algún que otro fallo ( recordemos el accidente del satélite propio Ingenio ).
HAXNAGE
Muy buenas noticias. Entiendo que ha utilizado menos combustible del que se preveía pero leí que la limitante de 10 años es por el refrigerante para el congelador que debe mantener bajisima la temperatura de operación de los sistemas del webb.
Alfons C.
Pues esperemos que, antes de que eso ocurra, la tecnología avance lo suficiente como para poder enviar una misión robótica para el respostaje.
Ya no digo tripulada...eso sería la leche.
tecnoman
Buenísima noticia.
vinsuk
La NASA siempre es muy conservadora con la duración de sus misiones. El James Webb durará como el Hubble como mínimo
pavelhernandez
Pero el James Webb no es el "sucesor" del Hubble en ningún aspecto. Es sólo un telescopio espacial más que trabajará en conjunto con el Hubble y ambos complementarán el uno al otro con sus investigaciones. Ambos telescopios fueron diseñados para observar el universo con "diferentes ojos" pues el fuerte del Hubble es el espectro de luz visible (Aunque abarca un poco el infrarrojo) mientras que el fuerte del James Webb es el espectro en infrarrojo. Hace bastante tiempo que un sinfín de fuentes han enfatizado que el James Webb NO es el sucesor del Hubble.