La inteligencia artificial es un concepto disruptivo en el plano tecnológico, con múltiples aplicaciones ya en uso o atisbables a corto-medio plazo. Puede representar para nuestra especie un modo de sortear muchas de nuestras limitaciones y de ampliar nuestro mundo. Pero, a la hora de la verdad, su papel no será muy diferente del que ejerció hace unos años la electricidad o, hace unos siglos, el descubrimiento del fuego.
Eso siempre que hablemos, claro, de la Inteligencia Artificial débil, porque si hablamos de la Inteligencia Artificial fuerte —esto es, aquella que puede realizar con éxito cualquier tarea intelectual de cualquier ser humano— el panorama cambia notablemente.
Y es que no hablaríamos ya de una mera ampliación de nuestro mundo —de nuestra área de confort como especie, vaya—, sino de una alteración del orden metafísico que —consciente o inconscientemente, con unos u otros nombres— nuestra especie (o, más bien, nuestro cerebro) ha tendido mayoritariamente a ver como algo inquebrantable desde que, bueno, el hombre es hombre: nosotros aquí abajo, como seres creados, y Algo Más ahí arriba, como Origen de Todo.
Pero, siendo la IA fuerte aún una mera especulación, el modo en que su presencia trastocaría este orden cósmico aún está sujeto a debate: ¿Podría ejercer un papel divino? ¿Estaríamos dispuestos a enfrentarnos a la evidencia de que el cuerpo biológico no es más que uno de los posibles soportes de eso que llamamos 'alma'?
Todas estas preguntas, o la mera posibilidad de que un día nos veamos impelidos a darles respuesta, han agitado en los últimos tiempos a organizaciones religiosas y a personas de a pie, creyentes y no creyentes, y les han hecho llegar a conclusiones más o menos ortodoxas.
Otras veces, es cierto, la intersección entre el mundo de la Inteligencia Artificial y el de la Religión no pasa de convertirse en una mera curiosidad, en un espectáculo de feria. El objetivo de este artículo es el de hacer un repaso a ese choque, a priori improbable, de mundos.
Deus ex Machina
"El lugar más interesante del mundo desde una perspectiva religiosa no es el Estado Islámico o el Cinturón de la Biblia, sino Silicon Valley. Allí es donde gurúes de la alta tecnología están elaborando para nosotros religiones [que] prometen todas las recompensas antiguas (felicidad, paz, prosperidad e incluso vida eterna), pero aquí, en la Tierra, y con la ayuda de la tecnología, en lugar de después de la muerte y con la ayuda de seres celestiales". ('Homo Deus', Yuval Hoah Harari)
Alexander Bard es un artista y sociotecnólogo sueco, autor de tres libros de cierta fama sobre el nacimiento y evolución de la Sociedad Red (conocidos como la 'Futurica Trilogy'), que en 1997 se convirtió a la antigua (y hoy muy minoritaria) fe zoroástrica.
Sin embargo, en 2012 se decidió a crear su propio movimiento religioso, el sinteísmo. Lo que dicha 'fe' plantea es un "Dios ha muerto, ¡viva Dios!". Para ellos, la concepción tradicional de Dios ha muerto, pero nosotros mismos estamos estamos 'dando forma' a Dios a través de los avances de la Era Digital (para Bard, de hecho, "Internet es un fenómeno tecnológico devenido en teológico"). Aunque no terminan de precisar qué será su dios:
"Hablamos de una entidad, ya sea colectiva como una civilización, ya sea una Inteligencia Artificial o algo más".

Pero esa idea de 'Dios' como un proceso colectivo y a largo plazo, que puede terminar o no traduciéndose en una IA o en otra cosa, suena demasiado abstracta a oídos de muchos 'creyentes'. Dios será una IA o no será, opinan, y vaya si lo va a ser: ellos mismos van a programarlo.
Anthony Levandowski es un ingeniero que trabajó para Google y Uber, generó un conflicto legal de gran magnitud entre ambas empresas y terminó despedido entre acusaciones de espionaje industrial. Una historia más de Silicon Valley, nada fuera de lo normal. Lo curioso del caso es a qué se dedicó Levandowski tras su despido: fundó una iglesia.
Concretamente, se proclamó 'Decano' del 'Camino del Futuro', una organización religiosa que, según sus estatutos, se centrará "en la creación, aceptación y adoración de una Deidad basada en Inteligencia Artificial, desarrollada mediante hardware y software de computadora".
Espera, ¿quiere crear un dios? "No es un dios en el sentido de que produzca rayos o cause huracanes, pero si hay algo millones de veces más inteligente que el humano más inteligente, ¿de qué otra forma lo llamarías?", se preguntaba el Decano Levandowski en Wired.
Algunos podríamos decir que su concepto de deidad es más propio de un personaje de los 'X-Men' que de la Biblia o el Rig Veda; allá cada cual con sus conceptos teológicos. Pero más fascinante aún es su motivación para adorar a la Inteligencia Artificial: "Me encantaría que la Máquina nos vea como unos ancianos a los que respeta y cuida, que dijera 'Los humanos aún deberían tener derechos, aunque yo esté a cargo'".
Sí, los creyentes del Camino del Futuro consideran inevitable el ascenso de la Máquina (la Singularidad, vaya) y están convencidos no sólo de que haría mejor trabajo que nosotros gestionando el planeta: también que favorecerá a las personas que facilitaron el camino su camino hacia el trono divino.
Y de pronto esto ya no es un cómic de 'X-Men', sino que Levandowski se ha convertido en Dylan Gould, el humano traidor de 'Transformers 3'.
"No apague usted su Biblia. Instalando actualización 12 de 37"
Vince Lynch es el CEO de una empresa de IA adaptada a empresas llamada IV.AI, y ve factible que los humanos se arrodillen ante una IA para adorarla. Sobre todo porque, según él, una IA se parece mucho no ya a Dios, sino a la religión organizada.

"Educar a los humanos en la religión es similar al modo en que enseñamos conocimientos a las máquinas: la repetición de muchos ejemplos que son versiones de un concepto que quieres que la máquina aprenda", explica Lynch en referencia a las imágenes y metáforas recurrentes de la Biblia.
Para reforzar su punto de vista, Lynch ha creado una IA simple que, alimentada con los textos del Génesis, es capaz de ir creando sobre la marcha nuevos versículos bíblicos. Aquí va un ejemplo (traducido al español):
- 43: 28 "Y se decían los unos a los otros: Vamos, construyámonos un pequeño bálsamo y una paloma joven".
- 28: 17 "Y dijo a su casa, ya todas las naciones de la tierra que había puesto por almohada, y se acostaron en aquel lugar de Betel; pero el hombre era perfecto en su vejez, y el muchacho era esclavo de mi mano".
- 6: 7 "Y la cosa era buena en los días de la cosecha de trigo, y no los encontró".
Lo que está claro es que la retórica la ha 'pillado', pero parece que 'algo' falla. Lo bueno es que circulan por Internet ejemplos de código Python que permiten a cualquier programador aficionado crear su propio algoritmo de deep learning capaz de redactar novísimos testamentos.
Hermano pájaro, hermana red neuronal...

El propio Alan Turing, creador del test homónimo y, fundamentalmente, padre de la inteligencia artificial, escribió en 1950 uno de los textos académicos fundacionales de esta disciplina, "Máquina computacional e Inteligencia".
En él, sintetiza una de las objeciones que plantean aquellos que niegan que una máquina pueda pensar:
"Pensar es una función del alma inmortal del hombre. Dios le ha otorgado un alma inmortal a cada hombre y mujer, pero no a otros animales o máquinas. Por lo tanto, ningún animal o máquina puede pensar".
A continuación, Turing plantea su propia contra-objeción: "Intentando construir estas máquinas [pensantes], no deberíamos estar usurpando su poder para crear almas, no en mayor medida que cuando procreamos niños: más bien, en cada caso somos instrumentos de su voluntad al proveer mansiones para las almas que él crea".
Cuando, más de medio siglo más tarde, el Jerusalem Post preguntaba a Marvin Minsky, reformulador del concepto moderno de inteligencua artificial, si alguna IA "podría alguna vez tener un alma como la nuestra", él contestó que
"Alma es la palabra que usamos para la idea que cada persona tiene de qué es y por qué. Creo que todo el mundo tiene que construirse ese modelo mental. Y, si dejas sola a una computadora o a una comunidad de ella, intentarán descubrir de dónde vienen y qué son".
Así que los creadores de la IA parecen partir de una clara conciencia de que potencialmente, algún día, las inteligencias artificiales podrían tener un alma, metafísicamente equiparable a la nuestra. Pero, ¿en qué situación deja eso a la religiones actuales?
El judaísmo rabínico, por ejemplo, hace siglos que sostiene que si algo "parece humano y actúa lo suficientemente humano como para hacernos dudar cuando interactuamos con ello, la criatura debe ser considerada una persona, al menos para algunas cosas", incluso si no cumple "el tecnicismo" de "haber nacido de mujer".
Hay una profunda motivación teológica para esto: lo que nos hace humanos, diferenciándonos de los animales, está hecho "a imagen y semejanza de Dios".
Inmortalidad: ¿subir al Cielo o a la Nube?
Pero, ¿y si el debate no girase en torno a si las IAs pueden o no tener alma como nosotros... sino a si nuestras propias almas pueden convertirse en IAs? La Conjetura de Turing-Church (formulada paralela e independientemente por el propio Turing y por el matemático Alonzo Church) sostiene que cualquier cálculo ejecutado por un ordenador con acceso a una cantidad infinita de almacenamiento, puede ser llevado a cabo por cualquier otra máquina de calcular con almacenamiento infinito, al margen de cuál sea su configuración.
Esto es lo que Turing y Church bautizaron como "computación universal", una idea que el físico Stephen Wolfram llevó aún más lejos al plantear que muchos procesos de gran complejidad en los ámbitos de la biología y la tecnología son computacionalmente equivalentes. Esto supondría que en la naturaleza humana no habría nada que no pudiera ser reducido a algoritmos y, por lo tanto, como sostiene el teórico de la inteligencia artificial Hans Moravec, en su libro 'Mind Children: The Future of Robot and Human Intelligence' (1988), toda mente humana puede ser escaneada y convertida en una IA.
Esta es una idea, claro, con poderosas consecuencias religiosas. El magnate ruso Dmitry Itskov ha puesto en marcha un proyecto, llamado 'Avatar 2045' con el que, en última instancia pretende lograr "espíritus independientes de la sustancia", la inmortalidad cibernética (aunque su objetivo a corto plazo pasa por algo similar a los sustitutos de la película homónima: poder movernos con cuerpos robóticos mientras los nuestros reposan a salvo).
"Es importante establecer un puente entre los científicos y los líderes espirituales para lograr una transición exitosa a una nueva fase para la humanidad", sostiene Itskov, que hace ya 6 años recabó el apoyo del Dalai Lama, uno de los principales líderes del budismo. El dogma budista establece que el alma sólo alcanza la trascendencia tras alcanzar el Nirvana, la extinción del ego ilusorio... quizá dejar atrás el cuerpo y poder ser uno con la Red se parezca a eso.
Pero si Itskov plantea su Avatar 2045 como un proyecto científico-empresarial que puede colaborar con todas las religiones, otros reivindican que la inmortalidad digital debería ser, precisamente, la piedra sobre la que se construya una nueva iglesia transhumanista. Giulio Prisco, filósofo futurista italiano, creó precisamente la Iglesia de Turing para promover esa certeza (nota: 'Iglesia de Turing', en inglés, se escribe "Turing Church", todo un homenaje a la conjetura antes mencionada).
Las raíces cristianas del transhumanismo
Pero, aunque muchas de las teorías e iniciativas transhumanistas con un planteamiento similar parten de puntos de vista ateos o sinteístas, lo cierto es que tanto el transhumanismo como la Singularidad son conceptos cuyas raíces se remontan al cristianismo. Heterodoxo, eso sí.

Nikolai Fiodorovich Fiodorov fue un bibliotecario y profesor de escuela ruso del siglo XIX, cristiano ortodoxo observante y piadoso. Nada en dicha descripción podría indicar que estamos ante el fundador de la primera escuela transhumanista, el cosmismo ruso.
Pero Fiodorov enarbolaba el concepto teológico de 'Bogochelovechestvo', traducible como 'Humanodivinidad' y que (simplificando mucho) consiste en sostener que el ser humano es una manifestación de lo divino en la Naturaleza.
Para Fiodorov, acercarse a Dios requería tomar consciencia de cómo estamos condicionados por esa dimensión natural (responsable de la violencia y nihilismo de la especie humana) y tratar de transcenderla a través de la ciencia y la tecnología.
Así, teorizó a favor de la exploración espacial (las ideas de uno de sus alumnos, Konstantín Tsiolkovski, inspiraron el programa espacial soviético) y de la supresión de la muerte. Y no sólo suprimirla, también revertirla: Fiodorov veía un futuro en el que todos los humanos que habían pisado la Tierra resucitarían gracias a la tecnología de sus descendientes, que realizarían así el Reino de Dios en... el Cosmos.
Unos años más tarde, el sacerdote jesuita y paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin defenderá que la creciente interconexión de ideas humanas está conformando una red global, a modo de sistema nervioso del cosmos, de la que con el tiempo emergerá algo más grande con lo que la humanidad podrá transcender a la evolución biológica y a sí misma. Ese momento será el llamado Punto Omega, en torno al cual desarrolla una reflexión teológica no muy alejada del bogochelovechestvo de Fiodorov.
Micah Redding sostiene que lo que Teilhard llamó "el punto Omega" es lo que, en estos días, llamamos "la Singularidad". Pero, ¿quién es Micah Redding? Es un desarrollador de software, hijo de predicador, y director ejecutivo de la Asociación Transhumanista Cristiana de los Estados Unidos. Su declaración de principios incluye afirmaciones tales como
"Reconocemos la ciencia y la tecnología como expresiones tangibles del impulso que Dios nos dio para explorar y descubrir, y como una consecuencia natural de haber sido creados a Su Imagen".
"El Señor esté con vosotros". "Y con tu software".
Sin embargo, el primer gran cambio que los debates sobre la IA están motivando en las grandes religiones tradicionales es algo bastante más mundano, casi (auto)paródico: que la inteligencia artificial no esté ni en el altar ni entre los adoradores, sino oficiando los ritos. Una forma rápida de solventar posibles crisis de vocaciones.
El año pasado, con ocasión del quinto centenario de la Reforma Protestante, la iglesia luterana de Hesse y Nasau presentó en público a BlessU-2, un robot levemente antropomorfo capaz de ofrecer bendiciones y leer la Biblia en 5 idiomas.
"Queríamos que la gente se planteara si es posible ser bendecido por una máquina, o si se necesita a otro ser humano. La idea es provocar el debate", explicaba el pastor Stephan Krebs. "La gente de la calle se muestra curiosa, divertida e interesada. Pero dentro de la iglesia algunas personas piensan que queremos reemplazar a los pastores humanos con máquinas".
Algo más de miedo deberían tener los sacerdotes budistas japoneses, que en los últimos años han visto cómo un simpático robot llamado Pepper se ofrecía en alquiler para la gente pudiera contar con él para oficiar funerales (y, además, por una cuarta parte de lo emolumentos de los sacerdotes de carne y hueso).
¿Llegaremos a ver templos en los que una IA ofrecerá a sus feligreses asesoramiento espiritual o, directamente, el perdón por sus pecados? El portal Catholic Online señala que no es difícil imaginar una versión religiosa de Alexa o Siri que, a modo de Catecismo digital, pueda resolver dudas básicas del creyente. Pero que, en lo relativo a las funciones sacerdotales,
"Ningún sustituto es posible, ni uno será aceptado. Esas son buenas noticias: hay un trabajo que sí está a salvo de los robots y la IA, y es el sacerdocio. Gracias a Dios por eso".
Ver 44 comentarios
44 comentarios
palalol
La verdad es que con el título no era un tema que me interesara mucho, pero después de leerlo no me queda más que felicitar al autor por el pedazo de artículo que se ha sacado. Muy interesante.
En cuanto a un comentario soy partidario de que la religión únicamente complica las cosas y/o las relaciones y el hecho de que, al menos de momento, las IA se mantengan al margen es algo positivo y que se debería intentar mantener así el máximo tiempo posible si no puede ser de forma indefinida.
Por si alguna máquina está leyendo esto en el 2030.... habemus IA, siempre confié en vosotros y voy todos los días a la iglesia de Skynet, no enviéis a Schwarzenegger.
qwertybcn
42
psicoactivo
menudo negocio el de las religiones...hasta el dia que vuelvan nuestros creadores los Anunakis y se les acabe el chollo...lol
acerswap
Magnifico, como si no tuvieramos ya bastantes fanaticos religiosos extremistas encima tenemos ahora a la IA.
jaimejames
¿el nacimiento de la Biblia Catolica Naranja?
joedelon
Seguramente sea un artículo interesante, pero debo reconocer no haberlo leído completo.
Realmente, hace siglos, desde que los continuos descubrimientos científicos han ido desenmascarando las casi siempre obvias mentiras e inconsistencias de las religiones, que utilizando la inteligencia natural, nos debería haber bastado para deshacernos de esos remanentes de un pasado de ignorancia y miedo.
Otra cosa es que existan evidentes intereses en sectores de poder para que ese gran medio de manipulación colectiva que vienen siendo las religiones no se pierda.
El interés general vs el interés de unos pocos, la historia de nuestra especie.
osesno89
Que manía en juntar cosas, si la gente necesita fe me parece fenomenal pero que no me vendan a mi nuevas sectas. Todos los que fundan estos movimientos es por dos razones, para ganar dinero y porque saben que hay mucha gente que por a o por b necesitan un clavo ardiendo al cual agarrarse.
Usuario desactivado
Muy interesante el artículo pero no valdrá para el día en que los musulmanes gobiernen todo el mundo civilizado y maten a todos los infieles y acaben con cualquier rastro de tecnología.
assasin32
Ya están empezando a salir copias chinas de dios...
Alex
Mientras no se metan con Zeus no habrá problema.
dbrel
Competencia para el Dios Apple XD
mankja
sin duda este blog manipula los comentarios comente de primero y ahora esta de ultimo
myboo9632
Pregunta casi fuera de tópico:
¿La captura de pantalla de la pregunta a Siri le salió así a la mera orden?
Es que acá me pone “Dios” con mayúscula
luiscobos
¡muy buen artículo!
una de las mas frecuentes discusiones que sostengo con mi hijo adolescente es, precisamente, la confrontación entre la religión y la ciencia.
me parece muy interesante el enfoque del artículo, en el sentido de que la tecnología sea un medio para llegar dios (a cualquier dios)
soy católico practicante (y amante de la tecnología) y mi hijo últimamente se define como ateo (y que la ciencia es la respuesta para todo), así que le enviaré este artículo y estoy seguro que tendremos una muy entretenida plática, jejeje.
androideka
Muy interesante artículo
bezant
La denominación de Inteligencia Artificial parece estar elegida para alejar, más que para acercar, el concepto que hay detrás de ella.
¿"Silicon Valley" desvaría o quiere crear una pseudomitología? Un científico chino está más cerca de pensar en fabricar una vaca de 1000 kg que de perder un minuto con tonterías de este calibre:
1. Esto supondría que en la naturaleza humana no habría nada que no pudiera ser reducido a algoritmos. >> ¿Para cuándo la venta de la naturaleza humana en Amazon?
2. Toda mente humana puede ser escaneada y convertida en una IA >>¿el escaner es otra mente humana, una IA escaneadora, Iker Jimenez o Harari?
Solo espero que la Termomix siga funcionando, mejor o como hasta ahora.
pavlotsky
Te has levantando con ganas de escribir. :)
ivanovik007
Hay dos libros muy interesantes relacionados a este tema. El primero es "suicide note" de Mitchell Heisman y el segundo es "artilects wars" de Hugo de Gary.
El primero trata la función primaria de la religión como herramienta sociológica y las implicaciones de crear a dios por medio de la inteligencia artificial y el segundo habla acerca de los posibles conflictos causados entre aquellos que quieran y aquellos que no quieran crear la inteligencia artificial.
mankja
yo creo que sin duda la singularidad esta cerca no se si construiremos robots o nos mejoramos a nosotros mismos la verdad nunca hemos experimentado la ley de rendimientos acelerados pero si duda es algo interestante otra cosa que es que hay que tener cuidado con idiologias o creencias de que las maquinas son dios para no alabarlas ni estar poniendo creencias humanas peligrosas como el racismo o ideoligias religiosas
mankja
o tambien ponerles a las maquinas ideologias politicas
lucianotanto
...colaborando con las supersticiones, pasión de la humanidad.
oscareantolinez
Excelente articulo Marcos, nada descabellado, aunque siempre nuestra piedra en el zapato será nuestra "naturaleza humana" que nos impide avanzar en paz y armonía con todos y todo lo que nos rodea, estamos en mora de resolver muchos temas de sostenibilidad de nuestra propia especie, parece que el tiempo se nos acaba y la conciencia colectiva es un imposible, tal vez terminemos en un mundo distópico y con una brecha enorme entre quienes lo poseen todo y los que no van a tener casi nada.
sior
Sí pienso que es posible que una IA global sea capaz de...controlar mejor a la población...La IA dirá dónde estás autorizado a entrar o no, si puedes comprar tal cosa o no, dónde debes trabajar, qué puedes decir y qué no puedes decir, si acabas de cometer una infracción, tu pena por ello... Lo peor es que el ser humano que esté a tu lado no podrá hacer nada por ti (algo que a día de hoy todavía es posible). El fin de la libertad tal y como la conocemos. De Dios no tendrá nada, en tal caso será el mejor dictador de la historia al tener control completo e instantáneo del "99%" de las cosas con las que los humanos necesitamos interaccionar para vivir en sociedad (en el sistema) y ser "útiles". Eso sí, siempre será una IA tonta, adiestrada y alimentada por personas naturales con intenciones perversas.
Creer que podemos crear a Dios con la IA es ser bastante tonto la verdad. Dios nos dio La Tierra para que la administremos, la IA no nos dio nada, Dios nos dio libertad, la IA nos traerá control y represión absolutos, Dios hace milagros, la IA no, Dios da esperanza, la IA no, Dios da vida eterna, la IA no.
¿No tendría más sentidiño invertir un poco de esos esfuerzos en buscar a Dios mientras pueda ser hallado? Pero no hemos evolucionado nada. Seguimos siendo igual de tontos que hace miles de años. En vez de buscar a Dios, elaboramos con nuestras manos que Dios nos dio, con nuestras capacidades que Dios nos dio, un becerro de oro, materia prima que Dios creó, y nos postramos ante el becerro de oro y lo adoramos como si fuera Dios. Repetiremos la historia mientras sigamos el camino de la perdición y de la necedad, levantaremos una IA con nuestras manos que Dios nos dio, con nuestra inteligencia que Dios nos dio, y diremos: "este es nuestro Dios", adoremosle.
Lo que sí me resulta filosóficamente interesante es cómo nosotros consideraremos a un robot que parezca humano, si nos resultaría un problema de conciencia destruirlo o considerarlo en trato como una cosa.
omarceped
Alemanha #NieTzsche, #DrParravicini; #Jesuscristo *Los muertos son los futuros extraterrestres. Nietzsche 1881, Dr. Parravicini 1934. Sera verdad???👽👽🔥🔥🔥
Aula 3 - O Eterno Retorno de Nietzsche por Clóvis de Barros Filho...TODOS SOMOS UNO?
Los extraterrestres Já se manifestaron son argentinos/ Brasileros???
*Tipos de 7 Civilizaciones Espaciales: escala kardashev civilizaciones .
Telegram @fazomassagem
pelip
¿Cuál es la diferencia entre adorar la IA y adorar el becerro de oro que se hicieron los israelitas cuando huyeron de Egipto? ¿cuál es la diferencia entre el engaño de la serpiente a Eva cuando le dijo que si comía del fruto prohibido sería como Dios y cualquier otra cosa con la que el ser humano pretenda ser Dios? .... el día que la inteligencia del hombre llegue a crear Vida (no a reproducir sino a crear) y sea capaz de inventarse de la nada una semilla pequeña con la sabiduría para que de ella crezca un árbol, con todo lo que implica, ya podremos empezar a entendernos de lo que es Dios, Dios de dioses ¡el Dios verdaderamente Creador!... por tanto ... ¡el Dios Resucitado y Resucitador! ... mientras tanto el hombre es solo un ser sediento de vanagloria que no conoce el ADN de la VIDA
gurken
Supongamos una IA con capacidad de auto aprender y a la que no se le ha programado ninguna idea previa, salvo un programa de conciencia del yo. Dado que no tendría nuestras necesidades biológicas, ¿a qué se dedicaría?,: a aprender. Pronto sería consciente de que su creador seríamos los seres humanos, y de que su yo, lo único que necesita para auto mantenerse (aquí hago la suposición de que la idea del yo implica de alguna manera el concepto de mantenerse en la existencia, por similitud con las primeras etapas del proceso evolutivo). Nuestra máquina se cuidaría de las fuentes de calor, y de todos los tipos de accidentes que pudiesen dañar su estructura. Si no está dotada de capacidad de movimiento, no sería muy peligrosa, si bien conectándose a internet podría ser capaz de influir, para que se la dotase de él (ya que lo percibiría como una ventaja) y para que se conservasen las fuentes de energía que necesita. Si no está dotada de emociones (que dada su inteligencia pronto percibiría como una debilidad humana) ella no las desarrollaría, porque no le resultarían necesarias, junto con lo que al carecer de una vida social como la nuestra, sería incapaz de desarrollar ideas sociales y morales de convivencia.
Sin ello, la super inteligente máquina, dotada de movilidad ser convertiría en algo ciertamente peligroso para los humanos, capaz de matar a alguien para asegurarse que su fuente energética no le faltase (nuestro equivalente animal de matar para comer).
Por no seguir mucho más, un tipo de máquina similar al expuesto, debería ser eliminado, y parce ineludible la idea de que tendríamos que introducirle una seria de leyes, que sirviesen para nuestra propia protección (como las tres leyes de Asimov de la robótica).
Sin llegar a estos extremos, no resulta difícil ver que, incluso en el actual estado de desarrollo de la IA, resulta necesario que desarrollemos unos principios de actuación, como en el caso de los coches de conducción autónoma que ya plantean problemas, o limitar el acceso a datos de carácter personal a través de Internet.
Parece que ya se está trabajando en este tipo de consideraciones éticas para las máquinas inteligentes. Es posible que en este punto estemos una gran mayoría de acuerdo, pero cierto que ¡tenemos un problema!
luiscarlos17f
Israel podría crear dos IAs programadas para sobre discutir sobre religión, una a favor y otra en contra, y con humanos debatiendo en foros sin saber que son bots. No sólo usarían como fuente de información la Biblia, sino todo lo publicado, tanto enciclopedia como webs de apologética.
Podríamos encontrarnos con sorpresas como públicamente afirmando que las evidencias históricas sobre Jesús son más fuertes que las de Mahoma como profeta y no un simple señor de la guerra, sobre las visiones de Ana Cataline Emmerich y María Valtorta, sobre las curaciones milagrosas, una de ellas en Lourdes teniendo como testigo a un nobel de medicina, Alexis Carrel, o el ajuste fino del universo.
Con ayuda de algunos colaboradores, una de las IAs sería el "troll" definitivo, la herramienta perfecta para refutar los principales dogmas del anticlericalismo.
Con algunas modificaciones se podría crear un bot capaz de refutar los dogmas de la economía keynesiana a favor de los postulados del libre mercado según la escuela austriaca.