Salen de casa con un tablet en la mochila donde llevan sus libros digitales pero probablemente también con una serie de libretas de papel para las tareas, resúmenes y trabajos. La mochila de muchos alumnos parece digital pero, ¿cómo de "real" o ventajosa es respecto al libro de papel más allá del peso o el coste?
En Xataka nos hemos preguntado cómo son los libros digitales que usan los alumnos de primaria y secundaria. ¿Hay algo más que la versión en PDF? ¿Y atisbos de mejorar este recurso de las aulas actuales? Hemos probado diferentes plataformas y modelos de varias editoriales para poder contároslo. Y ojo porque poco es lo que parece.
El libro digital ideal
Cuando se asume que, para algunas administraciones o docentes, el libro de texto sigue teniendo validez, se produce un deambular por una teórica hoja de ruta para conseguir trasladar a un formato infinitamente más potente los contenidos recogidos en los currículos de cada comunidad.
Con una dotación mayor de pizarras digitales en los centros y de tablets en las mochilas de los alumnos (la mayoría provocadas por ese paso al libro digital promovido con diferentes proyectos dependiendo de la comunidad autónoma), el libro digital ha comenzado a imponerse en numerosos centros educativos de España.

Para el docente el paso al libro digital supone aglutinar recursos antes dispersos en una sola plataforma, y para el alumno, una estrategia de "despiste" con contenidos que cambian de analógico a digital y que algunos pretenden que sea suficiente para retomar el interés en algunas materias.
Hablar de libro digital de forma ideal tendría que acoger líneas de trabajo como actualizable pero sobre todo adaptable a las necesidades e individualidad del alumno. Pero eso es la teoría. De los libros digitales que hemos probado en Xataka muy poco de estas premisas hemos encontrado.
Han sido hasta una decena de plataformas y proyectos de libro digital de diferentes editoriales con alta presencia en centros públicos y concertados en la actualidad, de las que hemos obtenido las siguientes conclusiones.
Contenidos interactivos, multimedia y autocorrección
Que Oxford ofrezca sus libros más actuales en versión de papel o digital y no los diferencie nos da una idea de la tónica general en cuando al libro de texto digital. Su proyecto más ambicioso se llama Inicia y como veremos más adelante, es una variación bastante mejor que la que encontramos en casi todos los demás libros que hemos probado.

Sin embargo, por defecto, el libro digital de Oxford copia la "idea" de la inmensa mayoría de muestras de editoriales que hemos repasado en este inicio de curso. Casi todas ellas se limitan a lo básico: versión digital exactamente idéntica en contenidos al libro de texto en papel, eso sí, enriquecida con material multimedia como los audios de ejercicios/actividades, así como vídeos de apoyo a los contenidos teóricos. Pero en general muy pocos, apenas los que con el libro de texto se reciben en un CD.
Algunas de las versiones digitales, como ocurre con Aula Planeta, contiene resúmenes de los temas (para imprimir), ampliaciones o posibilidad de añadir notas. Pero no hemos encontrado en ningún libro digital un verdadero valor para tomar notas o aclaraciones con la finalidad, facilidad o potencia de un simple editor de texto para PC o tablet. O una simple "libreta analógica".

Avanzan un poco más algunos de los cuadernos de ejercicios que cuentan con versión digital. En ellos podemos realizar ejercicios, pero de nuevo se trata de los mismos que en formato de papel pero con la posibilidad de que se corrijan al instante. Pero con pocas o ninguna explicación cuando hay errores. Solo ensayo y error, como la que realiza Oxford. Pero es de las pocas, pues Bruño, Algaida, Casals o Santillana no lo incluyen por defecto.
En general, la deficiente experiencia con estos libros digitales no se alivia ni tan siquiera por el sistema de navegación. Menús mal pensados, opciones escasas y torpes para algo tan básico como destacar contenido o un simple zoom son tareas que tanto en PC como en tablet suponen repensar una y otra vez según la editorial o plataforma.
Por ahora, el valor del libro digital de las editoriales no está del lado del alumno, que tiene lo mismo que hasta ahora, sino del profesor. Pero no para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje sino simplemente la organización y gestión de recursos que antes andaban dispersos en papel.
Algunos proyectos que sí van más allá
De todos los proyectos editoriales en formato digital que hemos probado en Xataka, el SmartBook de McGrawHill es el que más nos ha gustado. Y no era nada difícil. Tiene versiones para ordenador así como dispositivos Android e iOS.
Sin ser una panacea, al menos recoge algunos de los ideales que siempre nos han contado sobre el libro en formato digital, como la adaptación al ritmo de aprendizaje de alumno o las posibilidades de ampliación y trabajo personalizable.
Hay detalles muy interesantes (sobre todo comparados con otros proyectos tan básicos) como el enlace a la información relevante como pista para resolver un test de autoevaluación o el que el contenido se vaya mostrando al ritmo de aprendizaje del alumno, no todo de golpe. Las áreas resaltadas van dando paso a más contenidos destacados conforme el alumno va demostrando que ha asimilado los anteriores contenidos, aumentando en complejidad y cantidad junto con el avance del alumno en el estudio de cada tema.
Incluso el alumno puede configurar pruebas de autoevaluación seleccionado las partes del libro o bloque de contenidos de las que quiere repasar. Todo lo que hace en su libro queda reflejado en estadísticas que le sirven para conocer cómo va su aprendizaje, dónde ha fallado, el tiempo empleado en cada apartado ...
Similar por ser una plataforma con tecnología propia es la de Vicens Vives. Se llama Edubook y aúna contenidos con mucho extra interactivo y multimedia, algo de plataforma docente con sistema de calificaciones, y bastante cantidad de actividades abiertas o con autocorrección. Hay versión de escritorio (Mac, Windows y Linux) y apps para Android e iOS, y todo ello pudiendo usarlo de forma offline. Pero ya queda muy lejos de lo que McGrawHill ha conseguido montar con su SmartBook.

Otro proyecto que trata de ir más allá de la simple versión digitalizada del libro es la de Inicia Digital de Oxford. Sus contenidos se han resumido y concentrado en formato digital de forma bastante acertada, la organización y navegación nos parece la mejor de todas y es lo suficientemente diferente del formato de libro clásico que solo por eso destaca en la comparativa.
También se incluyen ejercicios interactivos más motivadores y pensados para el formato digital, aunque no todos.

Blinklearning, la mochila digital
Aunque editoriales como Oxford o Planeta cuentan con sus propias plataformas online para dar salida a las versiones digitales de sus libros de texto, Blinklearning se ha convertido en el espacio común dónde muchos de los libros digitales van a parar.
El sistema es el escogido por la mayoría de editoriales, y en la tienda online de la aplicación podemos encontrar la práctica totalidad de libros digitales existentes en la actualidad. La compra se realiza por licencias de uso por un año.
Una vez adquirido obtenemos un código de libro que podemos añadir rápidamente a nuestra biblioteca. Y desde allí será accesible, habiendo sincronización con la versión de otras plataformas y web. Por defecto el libro digital aparece con todos los capítulos completos, pero el profesor dispone de herramientas para personalizar y añadir más material, aunque no queda tan integrado como esperaríamos.

Su punto fuerte se limita a ser la mochila digital desde donde acceder a las versiones digitales de los libros. Hay más ambición en forma de plataforma de mensajería y hasta aula virtual con calificaciones, pero de nuevo es algo de lo que sacan partido los profesores y no tanto los alumnos.

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googlade
Un negocio redondo para las editoriales que han visto el filón. Se ahorran los gastos de impresión, pero pagas un precio por un año de licencia por niño y libro totalmente abusivo, y cuando termina el curso te quedas sin libro digital. A mi modo de ver un timo en toda regla.
groco
Hola, durante tres años he preparado un sistema informático para que mi hijo pudiera tomar apuntes basado en Mac + Wacom (tableta digital), antes con Parallels + Windows + Office (Onenote) y ahora directamente con Mac y Notability. Las copias de backup se hacen de forma automàtica con Time Machine y via wifi con una Time Capsule. Esta nos salvó de un susto grave por error humano de forma impecable, y nos ha dado la tranquilidad necesaria por si el ordenador se averiaba o era sustraido cosa que por suerte en tres años no ha pasado. Expongo mi experiencia en este asunto pues la considero interesante para los que puedan leer este artículo sean profesores, alumnos o padres.
Elegí el sistema antes de salir Surface así que ésta no era una alternativa. Actualmente la Surface ha mejorado mucho sin duda. Al no haberla usado no dispongo de experiencia sobre ella y aunque la batería creo que es justa posiblemente se solucione en las próximas versiones. La batería en nuestro caso era un tema crítico pues no todas las clases permitían hacer cargas. El Macbook air que usamos ahora ya salió con 12h de batería. El anterior con 7h cuando salió a los 2 años quedaba muy justo. El Ipad pro tiene muy buena pinta pero tiene el problema de cargar el lápiz a menudo y la limitación de ejecución de otras aplicaciones.
Desde mi punto de vista Onenote ha sido una grandísima herramienta y estoy seguro que lo seguirá siendo. Este año hemos decidido simplicar el sistema usando Notability para Mac pues hemos visto que aún teniendo menos funciones estas nos parecen suficientes. Nos ahorra Parallels y Windows y para el resto de necesidades Office para Mac es suficiente. Onenote para Mac debe mejorar más todavía para que sea realmente usable si se quiere utilizar el lápiz, indispensable en algunas asignaturas.
Respecto a los comentarios anteriores de por qué estudiar con una pantalla es peor que sobre un papel leí una vez un artículo que me convenció. Resumiendo venía a decir que un papel se dobla, se mancha, recordamos si lo que nos interesa está en la parte de arriba del papel o en la de abajo, si se trata de un libro recordamos con muy poco error como lo tenemos que abrir para llegar al artículo en cuestión. Muchos pequeños detalles que nuestro perfecto ordenador elimina de forma impecable mostrando la información sin dar tantos anclajes a nuestra memoria.
Creo que para mucha gente tomar apuntes en ordenador es imbatible, poder mover con el lazo partes escritas al lugar que nos conviene, evitar tachones, usar colores, insertar espacio o PDFs son herramientas no disponibles en el papel que permiten generar unos apuntes mucho más fáciles de estudiar. Entonces ¿por qué no combinar las dos soluciones, tomar los apuntes en el ordenador y cuando se revisan en casa imprimirlos para poder memorizar más rápido?. A mi, como han comentado anteriormente en otros posts me parece por ahora la solución más acertada.
Sobre libros digitales también tengo algo para decir. Para mi el libro digital ideal es muy parecido a los libros existentes actualmente en papel. Solo falta integrarlo en Onenote, y permitir insertar al alumno espacio justo debajo de los problemas que se plantean. Esto permite tener orden tanto a los que no lo necesitan pues ya son ordenados de por si, como a muchos otros que fracasan por algo que un ordenador hace con suma facilidad.
También debería disponer de capacidad para mostrar toda la información al principio cuando esta se da en clase y sintetizarla conforme ya nos vamos acercando al examen. Poniendo un ejemplo si estudiamos matemáticas la síntesis final sería el formulario. Esta función no la he visto ni está disponible en OneNote pero como informático creo que no sería muy difícil de implementar.
Cuando se decide elegir un sistema informático para tomar los apuntes, la rapidez de respuesta del ordenador al abrir la tapa, la duración de la batería, la estabilidad del sistema, las copias de backup por si el ordenador se extravía o es sustraído, la sensibilidad y rapidez del lápiz cuando se escribe son elementos críticos. No quiero promocionar ni a Mac, ni a Windows, pero creo que ambos se merecen mi reconocimiento por lo que han aportado. Ojalá se integraran mejor.
Hasta aquí mi exposición creo que sirve para cualquier estudiante. Me reservo el último párrafo para padres de alumnos disléxicos. Decidí pasar muchas horas eligiendo y preparando el sistema cuando vi que mi hijo no tenía ningún problema en hacer un resumen perfecto de un texto complejo si se lo dictaba y el lo tecleaba en el portátil. Mejoraba mucho la comprensión con letra mayor. Las herramientas lazo, goma de borrar, inserción de espacio y resaltado son útiles para todo el mundo pero más aún para ellos. Quizá no sea casualidad que dos personas que han llegado a tener la mayores compañías a nivel mundial se llamen Steve y Bill (o en orden inverso) y ambos sean disléxicos.
m0w
Intento aglutinar la mayor cantidad de contenido digital de mi carrera. Trato de utilizar el minimo papel, tanto para escribir, como para leer. Desde que salieron las surface pro, estoy con ellas.. he tenido la pro1, la pro3 y ahora la 4. He usado microsoft journal y onenote como sistemas de toma de notas, evitando lo maximo posible utilizar papel y lapiz/boli. Tengo decenas y decenas de libros de mi carrera en PDF...
Y es el dia de hoy, que para estudiar de verdad, necesito un libro de papel, porque me concentro muchisimo mejor. ¿Porque? No lo se. Me gustaria que no fuese asi.. pero asi es.
jusilus
La ventaja del libro digital es, ante todo, liberar de todo el peso de los libros al alumno (y dejar de utilizar tanto papel, también). No entiendo que se preste tan poca atención a esto.
Usuario desactivado
Nos llenamos a boca hablando de libros digitales, pero aun hoy los equipamientos de los centros educativos de este país son deplorables. En el que actualmente estoy, los sobremesa tienen más de 10 años con un Windows XP, los portátiles tendrán unos 5~6 años y funcionan con un Windows 7 que apenas tira, y la conectividad del centro y la infraestructura digital de este en general está apuntalada con alfileres.
Como encargado del mantenimiento de esos sistemas casi no dispongo de horas y siempre acabo metiendo más para que todo funcione dentro de lo aceptable, y eso si no está externalizado como en otros centros. En definitiva, como nada de esto da publicidad ahí está funcionando como buenamente se puede, pero claro, es muy cool y moderno hablar de libros digitales y ahí estamos construyendo la casa por el tejado y sin el equipamiento adecuado.
maketas1
Este artículo está bien para algo.
Tableta. "tablet" es la palabra inglesa. Es como decir "couch" por sofá continuamente, o sea, una chorrada.
Si fuera españolizada además llevaría acento, "táblet", por si os olvidasteis la ortografía básica, o marcadla en cursiva para indicar que no es una palabra española.
http://dle.rae.es/?id=YtKUrYg
pbs80
Los contenidos digitales de Educamos parece que intentan ofrecer algo distinto a un pdf enriquecido. A ver como avanza este proyecto que ya ofrece contenido para 5º y 6º de primaria y 1º y 2º de la ESO.
josemicoronil
No sé cómo será en otras comunidades. Aquí en Andalucía las becas para libros, durante los últimos años, han ido a los centros para que éstos compren los libros y se queden allí. Así los libros año tras año pasan de alumno a alumno sin tener que ser ese enorme gasto para las familias. Además, si éstos son dañados el alumno que lo dañe lo tendrá que comprar para reponerlo, por lo tanto siempre se va a mantener en unas condiciones medianamente decentes.
Ojalá sistemas así o menores se extrapolaran al resto de comunidades, en vez de usar estos sistemas de licencias anuales que a lo único que van es a sacarnos anualmente nuestro dinero y ya está.
Un saludo.
dkam
Pues observando todo esto, ojalá comience un proyecto de software libre para hacer una plataforma que de verdad merezca la pena, creo que por la educación de los más pequeños mucha gente se partíría de verdad la cabeza en colaborar.
Obviamente la adm. pública no lo va a hacer, hay intereses creados y blablabla
samjack
Si, probablemente ahora mismo hay poca diferencia entre el libro de papel y el digital, pero es que cuando van mas allá, las editoriales necesitan acompañar su libro digital de un curso de formación (y me consta que esto se hace) para que el profesorado pueda manejarlo. Esto es un obstáculo importante en la colocación de material digital en el mercado.
Bien o mal resuelto, las editoriales están en un brete importante y se están arriesgando de lo lindo con los libros de texto digitales.
Quizás por ahora basta con desarrollar una versión digital basada en el libro de papel, y no emplear más recursos sin un retorno que lo compense. Sobre todo teniendo en cuenta el lentísimo ritmo de adopción por parte de la comunidad educativa de las nuevas tecnologías.
patricio.bustos
El texto digital debe ser inteligente. Las evaluaciones deben poder sincronizarse con los sistemas de gestión académica y brindar retroalimentación oportuna a estudiantes y docentes.
richarr
Yo tampoco consigo concentrarme con la pantalla del tablet / ordenador como en papel. Y tampoco se por qué.
fran100
Eso es un hecho comprobado aunque nos gustaría a muchos que fuera de otro modo por motivos de comodidad. Para ciertos usos el papel es imbatible:
.scientificamerican.com/article/reading-paper-screens/ (ponerle las 3 w delante) que por lo visto mi karma no es suficiente para colgar urls.
tec10
Hay una Tesis doctoral que analiza los libros de texto digitales a nivel multimedia y competencial. Está en TDX Tesis Doctorales en Red del autor Enric Brescó.
larodro
¿Y qué hay de los libros digitales de EDELVIVES?