El 25 de junio, un representante de la república de Nauru se plantó en Kingston (Jamaica) para notificar viva voce a la Autoridad Internacional de Fondos Marinos (ISA) que tenían la firme intención de comenzar a extraer minerales del fondo marino de océano Pacífico en cuanto fuera posible. Tras siete años de negociaciones en la ISA, la regulación de la minería en aguas profundas seguía tan varada como el primer día porque empresas, países, activistas y académicos eran incapaces de llegar a un acuerdo. Sin embargo, la carta de Nauru cambiaba todo.
La carta activaba una "bomba de tiempo": si en dos años la ISA no conseguía “completar las normas, reglamentos y procedimientos necesarios para facilitar la aprobación de los planes de trabajo para la explotación", Nauru actuaría por su cuenta y la minera canadiense DeepGreen empezaría a minar en Clarion-Clipperton, una zona del Pacífico Norte entre Hawai y México conocida por ser rica en todo tipo de minerales.
Parece una oscura disputa administrativa entre una pequeña república oceánica y una organización internacional poco conocida y, en efecto, eso es. Sin embargo, en un mundo atenazado por la escasez de minerales como el cobre, el cobalto, el níquel o el magnesio, estamos ante el pistoletazo de salida de una lucha salvaje por definir el futuro de los océanos, la minería de aguas profundas y la gobernanza internacional.
Cuenta atrás para dibujar el futuro del océano
No sorprenderá a nadie el hecho de que la minería de aguas profundas es un tema muy polémico. Por un lado, las empresas mineras aseguran que los minerales que podemos extraer de los fondos marinos son esenciales para asegurar el éxito de la transición energética. Al fin y al cabo, la "descarbonización" del mundo conlleva unas necesidades enormes de materiales con los que fabricar baterías y otros dispositivos (como las turbinas eólicas o los paneles solares).
En cambio, Los activistas medioambientales (pero también otras industrias como la pesquera) denuncian los riesgos de perturbación de caladeros, contaminación de aguas o destrucción de ecosistemas que entrañan este tipo de prácticas. Prácticas que, por otro lado, son muy difíciles de fiscalizar. Los riesgos, aseguraban desde este lado en un fantástico reportaje de Jonathan Watts para The Guardian, son muy grandes para justificar nuevas licencias.

Y digo "nuevas" porque la minería de aguas profundas no es algo que acabamos de descubrir. La certeza de que en los fondos marinos se esconden enormes cantidades de oro, platino, cobre, níquel, cobalto o numerosas tierras raras nos acompaña desde hace tiempo. De hecho, en los 70 ya se hicieron prospecciones para extraer esos minerales. Sin embargo, la tecnología no estaba madura. Ahora la situación ha cambiado (o, al menos, eso creen en las compañías mineras).
De esta manera, la cuenta atrás ha empezado. En 21 meses sabremos qué pasará con la minería de aguas profundas. Algo que, queramos o no, va a tener un enorme impacto en el desarrollo de la tecnología de los próximos años.
Imagen | Jim Beaudoin
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Usuario desactivado
"O nos regulas o haremos lo que nos salga de los cojones sin importar las consecuencias medioambientales.
noseponada
Pues nada, dejamos de comer pescado para que estas empresas mineras destrocen ese area marina, y así poder cambiar los cacharros electrónicos cada tres meses.
d__
los supervillanos no aparecen solo en comics
royendershade
En lineas generales no me gusta el intervencionismo, pero esto es un asunto bastante grave, y lo seran sus consecuencias a largo plazo. Desde luego lo que tendria que haber es un acuerdo internacional que hubiera preparado normativas y reglamentos para esto. Si, lo se, ese tipo de acuerdos son ciencia ficcion, especialmente que se cumplan.
Por otro lado tampoco digo que no pueda exisitir mineria marina, pero si que deberia estar bien regulada y ser bastante menos ineficiente de lo que seria si se dejara potenciar al maximo la extraccion: con limitaciones para que se regenere ecosistema en el suelo minado antes de seguir minando otras zonas cercanas, mecanismos que no expulsen mierda al agua, etc. El problema de empezar esto asi, y de no haberse molestado en trabajar una regulacion adecuada, es que me temo que el suelo marino es tan rico (aunque solo sea por extension y estadistica) que para cuando se quieran tomar medidas dependeremos totalmente de ese tipo de mineria.
victorlama
sin duda una desgracia para la humanidad, que debería ser controlada si o si!
dsastre
ojo! que la industria pesquera, que no ha destrozado los mares, se está quejando
twikzer
la otra cara de la moneda es:
quiero minar, te estoy pidiendo permiso, dime como.
ha, que no sabes decirme como, o si no se puedo, o si si puedo?
Por un lado, una empresa no es nadie para decir en cuanto tiempo tiene que responderle una autoridad
Por otro lado, si no sabes decirme si es legal o ilegal, o como se tiene que hacer, es que es alegal, que no esta contemplado/regulado, asi que veo logico que se pongan a hacerlo, mientras se deciden a regularlo