En unos días nos enfrentaremos a unas elecciones generales en las que se debería dilucidar el futuro político de nuestro país, y a pesar de lo mucho que hemos avanzado en otros terrenos tecnológicos, seguiremos votando con las papeletas y en los colegios electorales de toda la vida.
¿Por qué el voto electrónico sigue sin ser una alternativa viable? Expertos en este tema nos han revelado las claves de un reto tecnológico que sigue sin tener solución sencilla y eficiente y que nos deja una conclusión singular: la tecnología no es la solución para todo... ni para todos.
Un viejo problema sin solución real
Los sistemas de voto electrónico no son en realidad una novedad: hace años que se tratan de poner en marcha sistemas que resuelvan un problema tecnológico que es mucho más importante de lo que uno podría creer. Las implementaciones son variadas y los grados de automatización en cada una de ellas es muy distinto.

El ciclo del voto electrónico es enorme, y va desde el registro y autenticación de los votantes a la consolidación y validación de los votos y la administración de esas elecciones. Entre esas etapas -complejas de por sí- hay otras aún más delicadas como el cifrado y la transmisión de los votos además de la propia introducción del voto.
No hay una única forma de votar electrónicamente, y las implementaciones han llevado a usar tarjetas perforadas como las que se usaban en ordenadores de las décadas de los 50 y los 60 o kioskos y máquinas especializadas de votación que se sitúan en los colegios electorales para automatizar tan solo parte del proceso.
Pero claro, el sueño no es ese: el sueño es poder votar tranquila y apaciblemente desde casa a través de internet. El voto electrónico online (también conocido como i-voting) tiene una problemática aún mayor, y además de los apartados técnicos habría que resolver cuestiones que siguen sin una solución real y contundente. Evitar la compra de votos, la coacción o la manipulación de esos votos es un reto que de momento ha impedido que estos sistemas se impongan en los grandes comicios.
Pocas luces y demasiadas sombras en el horizonte
A priori uno podría pensar que el voto electrónico plantea ventajas importantes tanto para los votantes como para la propia organización de unas elecciones. Evitaría molestias a los votantes, lo que podría incrementar la participación, y un sistema así podría también reducir los costes de unas elecciones que a menudo son elevados por la infraestructura que es necesario poner en marcha.

Esas ventajas pronto son superadas por los retos a los que se enfrentan a este sistema. Entre ellos destaca el de la seguridad en toda la operativa, que debe ser ejemplar pero que también debe ser auditable: los sistemas de voto electrónico más utilizados son todos propietarios, pero expertos en seguridad como Bruce Schneier defendían sistemas que en primer lugar deberían desarrollados con código Open Source que pudiera certificar que el sistema hace lo que se hace... y como debe hacerse.
Estos sistemas también provocan efectos colaterales indeseados. Aunque efectivamente permiten que ciertos colectivos tengan un acceso sencillo a ese derecho al voto -por ejemplo en zonas rurales apartadas- también pueden intensificar la brecha digital: mientras que aquellos acostumbrados a manejar herramientas tecnológicas tendrían fácil el acceso a esta opción, otros muchos sin conocimientos o las herramientas necesarios podrían precisamente verse limitados por estas opciones.
Daniel Bochsler, del Centre for the Study of Imperfections in Democracies, publicaba un estudio en 2010 analizando las elecciones parlamentarias de Estonia de 2007 en el cual llegaba a una conclusión interesante: "los partidos políticos que tienen más apoyo de los menos favorecidos -aquellos menos familiarizados con internet- podrían sufrir en las elecciones debido al e-voting, que tiende a incrementar el voto entre las clases medias y altas". En ese mismo estudio revelaba que en dichas elecciones el ahorro en tiempo -por evitar desplazamientos- no fue tan llamativo como algunos preveían.
Casos de éxito (o de no fracaso)
Los sistemas de voto electrónico llevan tiempo implantados en mayor o menor medida en diversos países. Brasil, India, Venezuela o los Estados Unidos son ejemplos de países en los que el voto electrónico ha tratado de implantarse con más interés.

En Brasil las máquinas de voto electrónico se evaluaron en 1996 y desde entonces se han ido utilizando en diversos procesos electorales como las presidenciales de 2010, en las que intervinieron 135 millones de votantes y en las que el resultado se pudo conocer 75 minutos después de que los colegios electorales cerraran sus puertas. Los máquinas utilizadas allí también han sido criticadas -no hay recibo para el votante, lo que hace difícil auditar el voto-, pero la aceptación del sistema es notable y de hecho Brasil "alquila" esas máquinas a países como Paraguay o Ecuador, donde también se han realizado procesos electorales aprovechando esta tecnología.
En voto online, el 'santo grial' de esa búsqueda por una alternativa realmente completa, hay un ejemplo especialmente destacado: Estonia. Los ciudadanos de este país cuentan con un documento de identidad similar a nuestro DNI pero que además cuenta con las garantías necesarias -según los responsables de dicho país- para que se pueda usar para votar a través de internet.

El país báltico fue el primero en todo el mundo en utilizar este tipo de sistemas en unas elecciones parlamentarias en 2007 tras un primer proyecto piloto en 2005. Desde entonces este sistema se ha combinado con el sistema de voto físico tradicional, pero la participación en voto electrónico ha sido elevada: en las elecciones al parlamento de 2015 el 30,5% de los votos se recibieron a través de internet.
Eso no obstante no ha impedido que expertos en seguridad hayan puesto en duda un proceso que según sus informes no es completamente seguro. Un estudio de seguridad independiente publicado en 2014 -en formato PDF aquí- revelaba que había fallos de seguridad en la operativa de un sistema que podía ser víctima de manipulaciones en el recuento de los votos y, por tanto, en el resultado final de las elecciones.
En nuestro país este tipo de procesos también han tratado de ponerse en marcha en diversas ocasiones. Una de las más conocidas fue las elecciones organizativas el partido político Podemos organizó a finales de 2014. El proceso seguido en aquel momento cumplía todas las garantías según los responsables de ese grupo y de quien suministró el sistema de voto, la plataforma AgoraVoting.
Las dudas respecto a la validez de sus resultados fueron patentes tras análisis de ese proceso electoral. Ricardo Galli, con el que hablamos del tema, explicaba en su blog personal en dos partes (parte I, parte II) y llegaba a una conclusión contundente:
Desconozco las intenciones de Podemos y las garantías que deseaban sus candidatos, pero todo este sistema complejo de cifrado no ofrece ninguna garantía, el control del “tally” con claves públicas y privadas fue puro teatro. Si había confianza en toda la cadena de involucrados no hace falta ningún sistema criptografía, bastaba con que AgoraVoting diese los totales de su base de datos, técnicamente las garantías son las mismas, pero el sistema mucho más sencillo y sobre todo honesto. Se montó un gran teatro se seguridad, totalmente de ficción e innecesario. Una modernísima y llamativa puerta en el medio del campo.
En Estados Unidos han vivido su particular historia de amor-odio con el voto electrónico: en las elecciones presidenciales de 2004 que George W. Bush ganó por un escaso margen -y varios recuentos- al senador John Kerry hubo un papel relevante para estos sistemas.

La controversia y los problemas rodearon a una infraestructura diversa -se usaron tarjetas perforadas, voto electrónico o identificación mediante escáner óptico, entre otras tecnologías- que hacían cuestionable la seguridad, los citados recuentos y los acuerdos entre los partidos demócrata y republicano y aquellos que fabricaban las máquinas que gestionaban esos votos.
No solo eso: las máquinas de voto electrónico de los colegios electorales de Carolina del Norte perdieron 4.438 votos que nunca se recuperaron y que de nuevo pusieron en duda la validez de un sistema que nunca fue vuelto a ser utilizado de forma tan prominente en los comicios de este país.
¿Se impondrá el voto electrónico en el futuro?
Las dudas sobre la validez del voto electrónico son importantes, y para hablar de ellas y de todo lo que rodea al presente y futuro de estos sistemas tuvimos la oportunidad de contar con la ayuda de dos personas que conocen en profundidad el tema.

Como indicábamos anteriormente una de ellas es Ricardo Galli (@gallir), profesor asociado de Ciencias Matemáticas e Informática en la Universidad de las Islas Baleares y co-fundador de Menéame. Pudimos contar también con Pablo Romero (@pabloromero), periodista de El Español, que ha investigado y publicado sobre este tema repetidamente en este y otros medios en los que ha trabajado.
Galli comenzaba hablando de los dos grandes problemas técnicos a los que se enfrenta el voto electrónico: garantizar tanto el anonimato como que el voto es auditable. Ambas cuestiones quedan resueltas con el sistema de votación tradicional basado en las papeletas en el que:
- Se garantiza que el votante es quien dice ser: para votar existe un censo que indica dónde votar exactamente, y la identidad se comprueba con el DNI.
- Se garantiza que el voto es libre y anónimo: el votante puede elegir la papeleta dentro de las cabinas preparadas para tal efecto sin que nadie le vea.
- Se garantiza que ese voto se ha emitido: el DNI se "tacha" cuando el votante introduce los sobres con su voto.
No solo eso: el sistema de papeletas, explicaba Galli, también hace mucho más sencillo controlar claras amenazas al voto electrónico como la coacción, la manipulación de votos o la compra de los mismos. Esas tres ventajas del sistema de voto tradicional son muy complejas de conseguir con medios tecnológicos, y aunque uno podría pensar en que hay sistemas similares que sí se han llevado a internet, las diferencias son fundamentales.
Ocurre con la banca electrónica, por ejemplo, que a diferencia del voto electrónico tiene identificadas las transacciones y las asocia con nuestra identidad y la entidad bancaria en todo momento: no hay necesidad de anonimato por ejemplo, aunque la banca electrónica efectivamente no esté exenta de riesgos de seguridad en materia de ciberataques.
Todo esto es fundamental, pero además de esos grandes problemas hay otro factor al que hacía referencia este académico: la confianza. Las dudas sobre la eficiencia de los sistemas de voto electrónico no solo han calado hondo entre la comunidad de expertos en seguridad informática, sino que los propios gobernantes y partidos políticos no tienen nada claro que esta alternativa sea viable o válida a día de hoy. Y sin la confianza de los usuarios y de los partidos políticos, el voto electrónico no tiene cabida.
Para Ricardo Galli los partidos políticos aciertan en su forma de acercarse al problema. "La cautela me parece bien", aseguraba al hablar del tiento con el que los gobernantes y sus equipos técnicos rechazan de momento implantar soluciones de forma masiva.
Para este experto acabaremos viendo el voto electrónico "no en estas elecciones, sino en las siguientes", pero si finalmente lo hacemos, aseguraba, ese voto electrónico funcionaría de forma conjunta con el sistema tradicional, ofreciéndose como una opción alternativa. De hecho Galli alababa nuestro sistema electoral: "el sistema de conteo en España es muy rápido, en pocos países se ve eso".

Pablo Romero publicaba el año pasado un extenso artículo en el que nos explicaba por qué en nuestro país no podemos votar con el DNI electrónico cuando este documento es por ejemplo bastante similar al que se utiliza en Estonia, y ahora retomábamos aquel informe para saber si algo había cambiado. "Poco o nada", aseguraba Romero, que nos explicaba algunos fundamentos del sistema electoral.
Gastar mucho dinero: el voto electrónico es caro
Actualmente el voto electrónico en nuestro país no cumple con las garantías (básicas) establecidas en la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General). Entre ellas están las citadas -coacción de voto, suplantación de identidad y compra de votos-, que como ya afirmaba Ricardo Galli sí están cubiertas con el voto presencial que según Romero era claramente "el más completo".

¿Qué haría falta para lograr esas garantías? Gastar mucho dinero: el voto electrónico es caro. Mucho. Como nos comentaba Romero, habría que contar con un sistema que combinase tres tecnologías complejas de las que hablaba en su artículo:
- Cifrado homomórfico: que permite realizar operaciones y el procesamiento de los datos estando cifrados y que genera un resultado que a su vez está cifrado. Eso no es todo: si uno descifrase por un lado los datos y el resultado y aplicase las mismas operaciones, esos resultados coincidirían.
- Firmas ciegas: como decía Romero estas firmas "permiten que alguien pueda firmar digitalmente una información pero sin necesidad de saber qué está firmando. Las firmas ciegas se utilizan para dificultar la relación entre votante y voto". La firma ciega puede ser verificada públicamente con la original y conferiría al sistema esa garantía de que el voto es válido.
- Redes mix: permitiría garantizar que el voto se produce, pero evitan que ese voto se pueda asociar a la persona que lo ha emitido. En pocas palabras: el sistema no podría saber lo que has votado.
Para Romero combinar los tres sistemas permitiría efectivamente lograr un sistema efectivo en esos requisitos que ahora sí cumple el voto físico, pero él mismo indicaba que esto "sería carísimo, y aun así no debería reemplazar a otros sistemas". De hecho, añadía, "el voto electrónico en ningún caso debería ser sustitutivo del voto físico: debería ser complementario".
Aun resolviendo esas cuestiones aparecen nuevas amenazas para el futuro del voto electrónico. Uno de ellos estaría en capacidad de impugnar los votos. Para hacerlo deberían quedar registrados en algún sitio, y en este sistema no ocurre lo que puede ocurrir (no en la misma medida) con las papeletas físicas: "no se manipulan, pero cuando pasas algo al formato digital esa manipulación existe, y eso genera un problema importante de confianza".
El coste de implantar este tipo de sistemas sería enorme, afirma Romero, pero es que aunque haciéndolo creyéramos que íbamos a acabar ahorrando dinero -el Estado no tendría teóricamente tantos costes en unas nuevas elecciones- existe otro aspecto asociado a esta tecnología: que tendría que actualizarse, puliéndose y mejorando para ofrecer más y mejores garantías conforme se descubriesen potenciales novedades. "El ritmo de renovación de toda la infraestructura para el voto electrónico no presencial sería enorme. Siempre irías un poco por detrás, siempre estarías un poco obsoleto", explicaba.
Romero hacía hincapié en la necesidad adicional de que el sistema fuera auditable, algo que apuntaba a soluciones de código abierto que permitiesen verificar "que el código funciona y que hace lo que tiene que hacer, y no otra cosa". Como en el caso de Galli, este periodista cree que en el futuro veremos cómo estos sistemas acaban funcionando en procesos electorales, pero de nuevo insistía en que lo harían de forma complementaria al sistema tradicional de voto físico.
Ver 176 comentarios
176 comentarios
Land-of-Mordor
"...No solo eso: el sistema de papeletas, explicaba Galli, también hace mucho más sencillo controlar claras amenazas al voto electrónico como la coacción, la manipulación de votos o la compra de los mismos..."
Así con dos "webs" bien gordas. Parece que el señor, con una formación y una trayectoria profesional digna de alabanza, no ha tenido a bien bajar a las "trincheras" y participar en las municipales de cualquier municipio: gente acompañando al elector de la mano hasta que deposita el voto, personas que entregan "sobres cerrados" o que esconden las papeletas de cierto partido o, simplemente, gente que ofrece en los baños del propio colegio electoral dinero a cambio de votos. Esas cosas el voto electrónico lo las va a solucionar, son propias de las elecciones en este país (y seguramente en otros). Lo que sí se soluciona es obtener un resultado rápido y barato.
ingen
Es alucinante que los bancos, hacienda, etc., etc. que manejan los datos y el dinero de todo los ciudadanos del país puedan hacer todas las transacciones por internet de modo 'segurísimo' y en cambio 'cuidado' que no se despiste un voto del señor político.... hemos llegado a unos niveles de corrupción mental que es digna de estudio de los mejores sicólogos y loqueros del mundo entero!
telegato
Si el voto fuese público se acaba el problema, imposible hacer trampas. Deberiamos reflexionar por que el voto debe ser anónimo, ¿la gente presume de que equipo de fútbol es pero se averguenza del partido al que vota?, no deberían existir 'represalias' por votar a uno u otro partido, las votaciones siempre han sido en 'mano alzada', en algún momento a alquien le dejo de interesar hacerlas públicas, pero en pleno siglo XXI, deberiamos ser lo suficientemente libres para poder decir a quien votamos sin ser perseguidos.
Usuario desactivado
Yo, la verdad, no sentiría que he votado con seguridad si no meto yo mismo mi voto en la urna.
Sporty
y no solo para las elecciones. El voto electrónico será útil para que la población participe de las decisiones que los políticos toman según intereses variados. ¿Quieres otra autovía en tu ciudad? se vota. ¿Quieres cambiar la dirección de calles? vota ¿quieres un parque en un solar? vótalo
participando es como las personas se convierten en ciudadanos
skysun
Pienso que ha los políticos no les interesa que las gente participe masivamente.... de esta manera mucha mucha mucha gente se queda en casa y sus votantes/ interesados son los que realmente deciden.
Zaxxon
El miedo al fallo electrónico, así como a su manipulación, es aplicable a cientos de cosas de nuestro día a día: Compras online, cuentas bancarias, cuentas de correo, espionaje de comunicaciones telefónicas, sistema de regulación del tráfico, diagnósticos y resultados médicos, calificaciones académicas, datos privados en la nube, información en discos duros...
... y sin embargo no prescindimos de ellas, pero el voto electrónico es para muchos el Hombre del Saco.
Intrigante.
sensenic
Interesante y detallado artículo.
Pero la realidad es dura, ¿porque no lo tenemos ya? Dos motivos: No interesa especialmente a nadie. Queremos ser mas papistas que el Papa.
Sobre lo primero, si hubiese interés real y ganas, si el ahorro fuese muy notable... se habría montado algo, ni que fuese un sistema para eliminar el papel y el conteo a mano.
Sobre lo otro, muchas clave, mucho certificado... no se puede ir tan lejos, si basta una referencia, un móvil, para tantas otras cosas, pues simplifiquemos el acceso.
drake_rockstar
Queda muy claro que estos tipos que se dicen ser expertos no conocen la tecnología 'bitcoin' en la que si es open source, en la que si es auditable y contabilizable por el blockchain, en la que si ofrece anonimato, en la que la criptodivisa no puede ser falsificada, en la que es finita para llevar un control, y mas importante aún, en la que se puede modificar el código y adaptar para utilizarlo como un sistema de votación electrónico anónimo, seguro, contra fraudes electorales.
maximilianoalvarez
En Venezuela el voto es con máquinas electrónicas desde hace más de 14 años y es muy confiable. La máquina da un comprobante impreso del voto que luego es auditable. El 99% de la votación es con máquinas electrónicas.
ingen
Después de leer un monton de comentarios he llegado a la conclusión que elevamos a Dioses a los políticos como si ellos tuviesen en su mano la verdad absoluta de todo de todo, tanta importancia tendría un fallo en el sistema de votaciones?, realmente nos creemos que según quien esté al frente del gobierno de este o cualquier país es el que arreglará los problemas de los ciudadanos de verdad cuando se ha demostrado por activa y por pasiva que lo primero que arreglan algunos (por no decir muchos) son sus problemas no los de los demás, no entiendo tanta polémica y tanto sobrevalorar la política, realmente nos tienen bien enganchados.... sinceramente quizá sería mejor elegir a los representantes por sorteo, dudo mucho que lo hicieran peor o mejor que los que se elijen a base de la meditación del voto de los ciudadanos.... quizá algo descabelladas mis teorias pero seguro que no tengo razón?
Pere Ubu
No acabo de entender esto de que el voto electrónico es caro. Debería decirse comparado con qué. Es que me parece a mí que el abrir los miles y miles de colegios electorales para 14 o 15 horas es de un coste ahora mismo brutal: luz, dietas, policía, etc. Hoy en día cualquier persona en edad de votar (y más jóvenes) tiene un móvil con el que usa aplicaciones gratuitas que te permiten chatear de forma encriptada, ¿cómo no va a ser posible que un gobierno pueda pagar la infraestrutcura y el sotfware para que la gente vote desde casa? Y sobre el tema de la seguridad... ¿quién garantiza que quien acude a una mesa a votar con un carnet de identidad es en realidad el propietario de dicho carnet? Los que están en la mesa están porque los obligan, lesjoden el domingo a cambio de un bocadillo de mortadela, yo nunca he visto que paren mucha atención en verificar que mi careto es o no es el que aperece fotografiado en el carnet, se limitan a cogerlo, mirar en la lista y tachar mi nombre usando la misma regla que se usaba ya a finales de los años 70 (es lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en ir a votar, la regla que usan para tachar mi nombre).
ciudadwifi
El voto electrónico tiene varios problemas:
-aparte de que podría ser manipulada las elecciones... el caso de Podemos es paradigmático, ya que hubo quien voto cuantas veces quiso.
-el gran problema de verdad: es imposible controlar el fraude sin un control de votante y eso hace que siempre haya la sospecha de que no sea del todo secreto.
Y lo anterior es vital: porque el voto debe ser libre, y si hay sospechas de que sabrán que votarás, pues mucha gente ya no vota libremente, además de que podría perseguir en el futuro al votante. Porque la verdadera libertad lo da el secreto.
Porque ciertos grupos, cuando hacen votaciones en ciertas "círculos" siempre quieren que sea a mano alzada... porque saben que de esa forma muy pocos quieren figurar como ir en contra "del que manda", porque solo un tonto no sabe, que si no apoyas al líder, este acabará eliminándote de la ecuación. De ahí que consigan el apoyo "casi unánime o unánime" de la mayoría siempre.
El voto debe ser secreto... pero ya incluso con papeletas no es tan secreto, porque os lo puede decir cualquier interventor avispado de un pueblo pequeño, que en muchas ocasiones saben con mucha certeza que voto mucha gente. El motivo, porque cada partido hace que su papeleta y sobre que dan o envían a casa (y mucha gente usa) pues dentro de lo legal, pues tenga un tono ligeramente distinto, alguna letra ligeramente distinta, etc... E incluso con las papeletas y sobre de la mesa electoral, a contraluz por logotipos, nombre, etc, pues sacan muchos. Después, incluso a la hora de recuento, pues como la gente fue votando en un orden conocido, pues calculan a partir de los "conocidos" que has votado viendo la posición del voto. No es algo infalible y hay forma de saltarse eso... Y desde luego en donde vota mucha gente, eso no es posible hacerlo, como máximo a nivel limitado.
Pero con el voto electrónico, a día de hoy, con la tecnología que tenemos, es imposible garantizar la fiabilidad del proceso (algo que por otro lado tampoco tan fácil como parece, ya que todo sistema se ha visto comprometido) y al mismo que sea totalmente secreto... Si quieren, los que controlan el sistema de votación, pues sabe perfectamente que voto quien.
Y lo anterior ya ha pasado en Venezuela, en donde ya han salido listados de votantes de ciertos partidos de la oposición, etc... No es algo teórico, ya ha pasado.
El planteamiento comentado mezclando firmas ciegas, redes mix, etc... pues OK, en teoría podría ser... pero sigues teniendo en cuenta que hay que confiar en el implementador y que podría haber ataque. Porque con comprometer una parte menor del proceso, pues ya puedes enlazar voto con votante.
Y si no hay libertad de voto (no la abría sin voto secreto), pues no hay democracia... solo de palabra.
hasta luego
sarpullido
Si no se usa es simplemente por que no son tan facilmente manipulables...
Muchos se comen el coco con que si coacciones y demas historias, cuando el problema real de la "democracia" es que primero no es un sistema "democrata", aunque lo hayan llamado igual para vender la moto, y lo segundo es que mientras que un voto de un ciudadano tenga 6 veces el valor del voto de otro ciudadano en otra zona del pais todo lo demas sera un chiste.
https://www.youtube.com/watch?annotation_id=annotation_1746900887&feature=iv&src_vid=UoP_mSIHqTY&v=k8vVEbCquMw
Manuel
Una pena que no se pueda votar por internet. Votaria mas gente
bahamuth
El problema del voto electrónico es la manipulación digital de los datos mira el caso de Venezuela como se tapan los fraudes q hacen en cada elección, ajustan los resultados y todos tan campantes
candidoperez
De acuerdo en lo de la coexistencia. Un sistema valida y legitima al otro.
Me sorprende gratamente el debate surgido por este tema. Parece que no todo está perdido.
Una cuestión: una especie de modalidad de voto que está muy en boga y casi sustituyendo al "real": las encuestas.
La postura de los partidos y de las personas está empezando a ser dirigida por las encuestas de opinión (y la opinión por los medios de comunicación en su mayoría empresas privadas).
Ningún partido político sería nada sin la colaboración inestimable de, al menos, un medio de comunicación. Normalmente privado. El público, de momento, puede decirse que es bastante imparcial.
Y a los hechos me remito.
Y por otra parte un paso previo a lo que nos trae: y es que todo esto es motivado porque tenemos unas democracias representativas, donde la participación de la mayoría se reduce principalmente a depositar un voto.
Si gozar de los derechos de ciudadanía implicase el tener que participar activamente en su comunidad otro gallo cantaría y no harían falta ni elecciones. Nosotros mismos nos lo guisaríamos y nos lo comeríamos.
Pero queremos comer y que nos pongan la comida en la mesa, nada de ensuciarnos las manos pelando patatas. Y eso no puede ser.
davidrico2
Hola, querría dar mi opinión.
El voto electrónico sería viable si...
1. Sólo debería hacerse en os mismos colegios donde ahora se va a votar, motivo, controlar las direcciones tanto ip como mac de los ordenadores autorizados.
2. 2 Ordenadores (+1 de repuesto) por colegio, con lector de DNI y pantalla pantalla táctil. Nada caro porque la velocidad de internet hace mucho que no la dan los ordenadores, y con sistema linux además de gratis permite usar ordenadores arcaicos. (Podría parecer caro, pero si lo comparamos con pagar el sueldo a todas las personas que están en mesa... resulta incluso barato, y sólo se tendría ese primer año).
Insertas el DNI, vas a la pantalla de elección de partidos.
Si ya has votado e introduces nuevamente el DNI, te mostraría el partido elegido y si quieres cambiarlo o borrarlo.
Los españoles en el extranjero votarían en sus correspondientes embajadas con idénticos mecanismos.
3. Si lo introduces una tercera o mas veces, anularías el voto.
4. Los datos pasarían a tratarse como las operación financiera, es decir, solo computaría si se cumplen todos los criterios, (identificación, elección, envío y recepción de datos completada), son cosas que ya compruban automáticamente ciertas bases de datos como MySQL, MariaDB, por lo que aunque se vaya la luz a la mitad del proceso no pasaría nada, no contaría como voto, de la misma forma que no se realizaría una transacción financiera.
5. Se tendría que montar una estructura local, provincial y nacional de servidores, para evitar la sobrecarga de datos, esto es, los pueblos envían el total de votos al servidor provincial, y este al nacional, en intervalos de tiempo. Eso para el día de las elecciones, el resto del año bastaría con tener conexión directa al servidor nacional.
6. UNA LEY TAJANTE, manipulación o intento de manipulación de datos en las elecciones 10 años de cárcel sin fianzas ni libertad condicional (por traición), 20 si eres funcionario y 30 eres político. Además de una sanción acorde al gasto que conllevase repetir las elecciones si el daño es irreparable para el recuento. (perder 10 o más años de mi vida y buscarme la ruina personalmente no es algo que me alentara a comprobar si soy o no capaz de manipular unas elecciones).
7. Resultados visibles y a tiempo real los 365 días del año en una pantalla en el congreso de los diputados (y ahora veremos el ¿por que?).
8. Posibilidad de retirada de voto, cualquier día del año, en el mismo colegio o embajada donde votas. Con ello te aseguras que puedes interferir en que ningún partido pueda aprobar una ley que no contemple en su programa, si no lo lleva a consulta o referéndum.
9. Ya existen bases de datos con todos nuestros datos (como la de hacienda), agregar un par de casillas para contemplar las opciones políticas es mero trámite.
10. Una ley electoral igualitaria, un ciudadano un voto, eso de la representación territorial es subjetiva pues existe disciplina de voto, así que de nada sirve que me cuenten que ciertas zonas no estarían o dejarían de estar representadas, milongas a estas alturas donde todos nos conocemos pocas.
P.D.: Si me olvido de algo, o si hay gente no acorde en algún punto, pues siempre se puede debatir.
averaver
Dice el padre autoritario: hala, toda la familia al ordenador a votar. Y que yo vea que votáis lo que yo diga...
vger.paredes
Hay cosas que se deben dejar así, el voto electrónico es manipulable y los errores se pagan muy caro, no es demostrable. Es como la propuesta de que el dinero sea solo electrónico.
kreativo
si una sociedad no esta en capacidad de contar los votos de las personas q le van a manejar todo el dinero del pais, si no tienen la capacidad para hacer eso, ya fracasaron y la corrupción se los va a comer vivos, al final una eleccion es eso, tu decides quienes disponen de tu dinero, a q los politicos nunca te lo dicen de esta forma verdad, las maquinas solo te deben facilitar las cosas, nunca depender totalmente de ellas, el que las programa las puede manipular. con tener el codigo fuente ya las domina y te roba
mix41
Pues según mi opinión, técnicamente sería posible, seguro y anónimo si hubiera voluntad de implementarlo. El problema es que a los políticos no les interesa. Es mucho más práctico que depositemos un voto físico cada cuatro años y como es tan complicado (y caro) pedirnos opinión, que confiemos en su gestión. ¿No seria más lógico que pudieramos expresar nuestra voluntad en los temas importantes y que fueran vinculantes si hay un porcentaje mínimo de participación? Por ejemplo: Leyes de educación que cambia cada gobierno, macroproyectos que generan división, etc. etc. etc. Apa, bona nit !
panchu
En Argentina sucedió, en dos oportunidades, que con el voto tradicional (papel dentro de sobre y conteo al final del día) en los archivos escaneados y subidos a la web oficial los votos del partidio de Cambiemos estaban destinados (escritos a mano en planilla oficial) al Frente para la Victoria y los de este último a los de Cambiemos (más allá de que Cambiemos terminó ganando las elecciones pese a ello), por lo que tampoco es tan confiable el voto clásico...
silvio.dol
El voto electrónico tienen futuro? Si y mucho, a medio plazo coexistiría con el tradicional pero a largo plazo terminara sustituyéndolo por las claras ventajas que ofrece el voto electrónico.
Con un código auditable de la app de voto electrónico, el cifrado de esos datos que se envían al servidor cuando se emite un voto, y que se acuda a un colegio electoral a votar ya lo demás es buena planificación, seguridad física de los equipos y personal creo que bastara para que salga exitoso.
thealcaudon
que los yayus no irían votar porque no sabrían manejar los ordenadores para hacerlo
juancaresp
¿Y el voto por correo? ¿Quién te dice que no hay pucherazo? Cuando votas por correo no te creas que se guarda tu voto en un almacén de correos y luego directamente va el cartero a meter tu papeleta en tu colegio, antes de eso tu voto va a la oficina del comité electoral de tu provincia. ¿Y quien te dice a ti que el funcionario (viendo la corrupción que hay en la administración) no abre tu sobre y te cambia la papeleta?
¿Y el voto simple y llanamente en tu colegio electoral?, el único control que hay ahí es que cada partido tiene su representante y no interesa que haya pucherazo, pero en los colegios pequeños no hay representante de todos los partidos, y mas de los pequeños, sólo y siempre hay del PP y PSOE, pero nunca hay de los otros (en mi colegio por ejemplo hay del PP y PSOE y a veces de IU, pero no hay de Ciudadanos por ejemplo). Quien te dice a ti que cuando cuenten los votos por la noche estos tres partidos se pongan de acuerdo si por ejemplo hay 300 votos de Ciudadanos, repartirse 280 entre ellos.
También dice que después va un Juez o del Ayuntamiento, pero vamos que precisamente la justicia es lo mas corrupto que tenemos en España.
Y el 99% de los Jueces son de Podemos y también del PP (aunque en mucha menos medida), pero jueces imparciales o de partidos moderados como Ciudadanos no existen.