Una noche de 1879 y mientras cenaba, Constantin Fahlberg se dio cuenta de que el panecillo que acababa de morder estaba increíblemente dulce. Pero mucho. Al principio pensó que el panadero se habría equivocado, pero luego, al darle un bocado más por otra parte del bollo, comprobó que el sabor era normal. ¿Qué estaba pasando? Pues que aquel químico ruso que trabajaba en la Universidad John Hopkins no se había lavado las manos al salir del laboratorio y, por pura casualidad, acaba de descubrir la sacarina.
Desde entonces, la promesa de los edulcorantes no nutritivos ("todo el dulzor y ninguna caloría") ha sido una constante.
¿Son realmente inertes esos edulcorantes?. La clave de estas sustancias química estaba precisamente en que se pensaba que eran inertes en el cuerpo; es decir, que no tenían ningún efecto en él. Sentíamos el sabor, pero nada más: tal y como entraban, salían. El problema es que desde hace tiempo muchos investigadores sospechan que eso no es así. La idea de que los edulcorantes no nutritivos engordan son casi una leyenda urbana: una historia muy repetida, pero con escasa evidencia científica detrás.
Por ser precisos, en muchos casos, no solo es que falten estudios sobre si estos tipos de edulcorantes engordan; es que, al ser inertes, no se sabía cómo podían hacerlo (más allá de por algunos indefinidos mecanismos psicológicos). Ahora, un equipo del Instituto Weizmann de Ciencias y el Centro Nacional del Cáncer de Alemania han descubierto cómo pueden afectarnos al menos dos de estos edulcorantes.
¿Cómo lo hicieron?. El enfoque es curioso: los investigadores buscaron a 120 personas que no consumían (de forma bastante estricta) edulcorantes no nutritivos, los dividieron en grupos para que unos siguieran sin consumir estos educorantes y otros empezaran a hacerlos. Más tarde, para evitar problemas, los investigadores transfirieron muestras microbianas de esas personas en ratones criados en condiciones completamente estériles (es decir, sin microbios intestinales).
¿Y qué descubrieron? “Los resultados fueron bastante sorprendentes”, explicaba el investigador principal, Eran Elinavinav. “Cuando transferimos a estos ratones estériles el microbioma de los individuos que consumían [sacarina y sucralosa], los ratones receptores desarrollaron alteraciones glucémicas que reflejaban muy significativamente las de los individuos donantes". Esto no pasaba con todos los edulcorantes: solo con la sacarina y la sucralosa. Es decir, encontraron que "los cambios en el microbioma en respuesta al consumo humano de edulcorantes no nutritivos pueden, en ocasiones, inducir cambios glucémicos en los consumidores de una manera altamente personalizada".
No está muy claro las consecuencias últimas de esos cambios glucémicos, la verdad; pero sí parece claro que hay que empezar a asumir que esos edulcorantes serán muchas cosas, pero no inertes. Francisco Guarner, director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, decía en SMC España que "solo una conclusión aceptable, que además es importante: el hecho de que una sustancia no sea absorbible y que, por tanto, no pase a la sangre, no significa que sea inerte. La sustancia influye sobre la microbiota del intestino grueso y puede inducir cambios negativos o positivos". Todo lo demás, pese a coincidir con otros estudios recientes, es polémico aún.
Pero no debería. Y es que muchas partes del mundo llevan años consumiendo grandes cantidades de estos productos; algo que hace injustificable la escasa investigación que hemos conseguido acumular sobre el asunto. Ni siqueira este estudio nos da una visión global del asunto. Como señalaba Ascención Marcos, investigadora del CSIC, "se trata de un buen estudio. Sin embargo, como de costumbre, siempre se pueden ver ´pegas´. De los 19 edulcorantes aprobados en la UE, en este artículo solo aparecen cuatro, luego no se puede extrapolar ningún resultado".
Imagen | Alexander Grey
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p2dzca
Desde hace más de un año se están publicando estudios que apuntan a que los edulcorantes artificiales no son inocuos. Se deberían hacer más estudios.
La industria de los edulcorantes ya ha publicado algunos artículos en los que intentan invalidar algunos de los estudios publicados. Su 'lobby' ya está trabajando con ahínco para que no disminuya su negocio.
Mientras no haya más información, lo inteligente sería que no tomáramos edulcorantes artificiales o que los redujéramos. Cabe recordar que, con razón, médicos y dietistas nos recordaron que deberíamos comer menos carne, y el Presidente del Gobierno salió en defensa de la industria cárnica. Se han escrito montones de estudios que especifican la contaminación significativa de los pescados de mar, con microplásticos y metales pesados, y nada se ha hecho en España porque tenemos la mayor flota pesquera de la UE. Así que ya sabéis: está en vuestras manos aplicar el principio de precaución al consumo de edulcorantes artificiales.
Ariasdelhoyo
De verdad, está empezando a dar asco todo.
Todo es malo en grandes cantidades. Ya lo sabemos.
falconx
Otra noticia de corte alegre y optimista del inasequible al desaliento JJ
pathan64
Los edulcorantes alteran la flora intestinal, que es fundamental para el metabolismo y la digestión. No engordan, pero a la larga los desiquilibrios que generan descompensan todo el sistema y aparecen los problemas de salud de todo tipo.
Es mucho mejor el azúcar (en cantidades moderadas) que el maltitol, la sacarina, el aspartamo o el sorbitol.
Antonio
Serán dañinos, pero no tanto como ver un punto tras un signo de interrogación. Revisemos estas cosas, que es una falta gorda y en Xataka se estila de vez en cuando.
Adrián
Bueno, los edulcorantes artificiales pudieran hacer daño, pues a probarlo, probablemente algunos los serán, pero es que los alimentos 100% naturales no son totalmente inofensivos, ¿una prueba?
6 semillas de manzana a un recién nacido, a que lo matas, tiene la dosis de cianuro necesaria para su edad y metabolismo para lograrlo.
tony.fernandez.7568
Ahora toca desinformar sobre edulcorantes, mañana será sobre la sal, luego sobre el jamón ibérico que tan buena fama de sano tiene y todo tiene un propósito: dar de comer a los torturadores de ratones de laboratorio. Ya me dirás a Santo de qué tenían que usarlos para este estudio
Ingeniera Aeroespacial
Mucho mejor no endulzar, y a tomar por culo. Al café le pones leche, que ya lleva lactosa (es un azúcar).
Por cierto, para los intolerantes a la lactosa: la leche sin lactosa es todavía más dulce que la con lactosa porque ésta se halla descompuesta en glucosa y galactosa, xD
Y si quieres algo súper dulce, cógete una nectarina como estoy haciendo yo ahora mismo y cométela a bocados suculentos y chorreantes. Uhmmmm.
jaranorrr
Esto es todo una mafia, ya que si consumimos edulcorantes toda la población, ya que es el milagro de que te sepa dulce y rico pero sin engordar, pues las azucareras se van al traste, ya que no haría falta azúcar en el mundo, y todo se haría con edulcorante, y eso son pérdidas millonarias para las azucareras y estos ricos mega millonarios que viven del azúcar pues como les sobra dinero pueden comprar miles de artículos para salvar su negocio.
Y esto es un claro ejemplo más de todas las mafias que hay, porque no se masifica el teletrabajo?, por que las petroleras sufrirían grandes pérdidas, solo hay que ver los días de la mayor pandemia sufrida que el gasoil bajó a 0,9L, porque no había coches apenas para repostar.
También estudios decían que el aceite de girasol era malísimo, era cancerígeno, para que se consumiera más el de oliva, luego a los años decían que el de girasol es buenísimo, y así con todo…
Todo mafias que nos rodean y que con su dinero compran a médicos e investigadores para redacten unos informes y se vea a la luz y con ello proteger sus mega negocios.
neohubemx
Yo por eso todo lo endulzo con polvo natural 100% de Stevia o con miel de agave organica.
sari
conclución... ninguna.
anti.rusia
Mucho mejor endulzar las cosas con miel buena, no la comercial.