En 1966 las autoridades de la URSS se enfrentaban a un problema no apto para cardiacos, complejo incluso para los exigentes mandos soviéticos: uno de sus pozos de gas, el de Urta-Bulak, llevaba casi tres años —1.064 días, para ser precisos— convertido en un auténtico infierno.
En 1963 se había registrado un incendio en la explotación gasística que, a pesar de todos los esfuerzos de los operarios, que intentaron sofocarlo con agua e incluso echaron mano de la artillería, seguía ardiendo incombustible. Las llamas alcanzaban decenas de metros de altura, el calor que generaban era sofocante, el terreno acabó cubierto de hollín y —para desesperación de los ingenieros y funcionarios soviéticos— se perdía un volumen ingente de gas a diario.
No hace falta imaginarse la violencia de aquel infierno. Se conservan vídeos y fotografías que muestran cómo manaba el chorro ardiente en mitad de un área desértica. En un intento por solucionar el problema —recuerda Interesting Engineering—, los ingenieros de la URSS intentaron desviar el flujo de gas, pero el remedio resultó peor que la enfermedad y el plan generó aun más explosiones y llamas. El pozo estaba situado en la provincia de Bujará, actual Uzbekistán
El mejor aliado: una buena bomba nuclear
A problemas desesperados, ya se sabe: soluciones desesperadas. Ante semejante reto y visto que las alternativas propuestas hasta entonces habían servido de poco o nada, las autoridades soviéticas optaron por una opción que no habían probado hasta entonces: utilizar la enorme presión generada por una bomba nuclear para cortar la fuga. Era arriesgado, mucho, y desde luego un planteamiento novedoso; pero si salía bien podría acabar con las llamas. El encargado de fabricar el dispositivo, de 30 kilotones, fue el comité el Centro Federal Nuclear de Rusia, el conocido como KB-11.
Una vez preparado el explosivo, los ingenieros abrieron dos pasadizos perpendiculares al pozo. Luego escogieron el mejor de ambos para que la bomba pudiese descender aproximadamente 1.500 metros y situarse a unos 35 m del incendio. El siguiente paso fue introducir el dispositivo de 30 kilotones y, por seguridad, rellenar la apertura con abundante cemento. La detonación —recogida por las cámaras y con la que aún podemos maravillarnos hoy— se programó para septiembre de 1966.
El estallido fue todo un éxito. Como recoge el Daily Mail, en menos de medio minuto —solo 23 segundos— aquellas llamas en apariencia incombustibles y que llevaban meses dando quebraderos de cabeza a los expertos de Moscú quedaron apagadas. Igual que si el pozo hubiera sido una gigantesca vela de tarta y la deflagración un cumpleañero soplando.
“En ese frío día de otoño de 1966, un temblor subterráneo sin precedentes sacudió el suelo […]. Una neblina polvorienta se elevó sobre el desierto. La antorcha de color naranja del pozo en llamas disminuyó, primero lentamente, luego más rápidamente, hasta que parpadeó y finalmente se apagó. Por primera vez en 1.064 días, la tranquilidad se apoderó de la zona”, recogió entonces una crónica publicada en el diario Pravda Vostoka de Tashkent y recuerda hoy Interesting Engineering.
Al menos según los informes oficiales, las mediciones tomadas en la zona no mostraron niveles de radiactividad por encima de los que había antes de la explosión nuclear.
El buen sabor de boca que dejó Urta-Bulak animó a los expertos, meses después, a decantarse por una solución similar para sofocar el incendio registrado en campo de gas de Pamuk y que se extendía a través de varios pozos. Para acabar con el fuego y dada la dimensión del incidente, en ese caso se optó por una bomba de 47 kilotones y una profundidad de 2,44 km. El resultado fue similar al de septiembre de 1966: unos días después, el fuego era ya historia.
Lo dicho, a problemas desesperados... buena es una deflagración histórica.
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12 comentarios
Demux_11
Pues.. puede ser "delirante" desde el punto de vista moral de un dogmatico ambientalista de hoy. Pero la solucion tiene mucho sentido. Hasta es inteligente.
Lo explican bien en el video. Una explosion nuclear no tan fuerte, pero lo suficiente para obstruir el conducto de gas. Hoy en dia habrán mejores formas de apagar un incendio en un pozo de gas, pero entonces esto era lo unico que tenian. Y recordar: esta era la ultima alternativa, ya que habian usado varias opciones y solamente empeoraban el problema.
awsomo
La opción nuclear… literal
Usuario desactivado
No me parece delirante en absoluto, más bien todo lo contario.
DELIRANTE (RAE)
1. adj. Dicho de una persona: Que delira. U. t. c. s. 2. adj. Producido por un delirio o propio de él, disparatado. Una fantasía delirante.
netmejias
Y hacer lo mismo con explosivos no nucleares? O Poniendo una enorme y pesada plancha de hierro más ancha y larga que el agujero, impidiendo que tenga oxígeno? Vertiendo grandes cantidades de tierra o arena desde la distancia con un vehículo ruso a medida, con pala separada 25-30 metros de la maquinaria. Veo tantas alternativas en la época a una bomba nuclear...
Tiene pinta de la típica fanfarronada rusa para que vean que la tienen más grande.
huevosnegrosygordos
La primera y única detonación con fines prácticos de la historia.
filomatico
[...]de la artillería, seguía ardiendo incombustible.[...] En fin, a ver si revisamos un poco el texto, al menos corregir los oximorones más gruesos.
morpheo2000
Me recuerda a una peli antigua en b/n que tenian que llevar nitroglicerina en unos camiones con lo inestable que era y los caminos....y aqui...nuke...pues estupendo :D
peteretex_1
Pero como no es cierto pais del norte, tranquilos que es solo delirante lo que hicieron.
romano77
No hay nada más soviético que esto.
Ed
Un golpecito y arreglado!
sashimi
Delirante…. En fin.
Mejor usar una bomba nuclear para arrasar una ciudad con cientos de milers de civiles.
En ese caso no es delirante, ni un crimen de guerra, es algo necesario.
Madre mía como de comido tienen el coco algunos.