El ayuno intermitente ha ido asentándose entre quienes quieren bajar de peso o mantener controlada su ingesta calórica. No exento de riesgos y polémicas, esta práctica ha crecido en popularidad espoleada por los resultados positivos con los que se la ha asociado. Para bien o para mal, seguimos estudiando cuáles son sus impactos en nuestro cuerpo.
Ayuno y cerebro. Y uno de los últimos estudios en este campo ha hallado una relación entre el ayuno intermitente (o restricción calórica intermitente) y cambios en nuestro cerebro y sistema gastrointestinal. Una de las claves de estos cambios estaría en el microbioma intestinal, si bien las relaciones de causa-efecto aún no están claras.
El ayuno intermitente. El ser humano ha practicado el ayuno en diversas formas durante siglos. Sin embargo el ayuno como forma de perder peso se ha convertido a día de hoy en uno de los más practicados.
Existen diversas formas de ayuno intermitente. Algunas de estas formas consisten en pasar un número determinado de horas al día (pueden ser 12 o 16) sin consumir más que agua. Otras versiones implican pasar días sin consumir alimentos, ya sea un número de días a la semana, ya sea en días alternos, u otras modalidades.
25 participantes. El estudio se realizó con 25 participantes, mujeres a las que se había diagnosticado obesidad. El experimento se prolongó durante dos meses, en los que el grupo siguió un programa de ayuno intermitente. El programa incluía la alternancia entre jornadas de dieta “normal” con jornadas en las que la ingesta calórica se limitaba en mayor o menor medida a través del ayuno.
El equipo responsable del estudio analizó los cambios en el cerebro de las participantes a través de escaneados por resonancia magnética (fMRI); mientras que los cambios en el microbioma gastrointestinal fueron estudiados a través de muestras de sangre y heces.
Más que perder peso. El ayuno intermitente suele mostrar resultados en lo que a la pérdida de peso se refiere y este último estudio no es una excepción: en promedio las participantes perdieron 7,6 kg de peso durante la intervención; y el 7,8% de su masa corporal, también en promedio.
Sin embargo la clave del estudio no está en la pérdida de peso sino en cambios observados en cerebro y sistema gastrointestinal. En el cerebro, el equipo observó cambios en regiones cerebrales convencionalmente vinculadas al apetito y a las adicciones.
Cambios en la microbiota. En el caso del sistema gastrointestinal, el equipo observó un cambio en la composición de su microbiota. Observaron por ejemplo incrementos en la presencia relativa de las bacterias Faecalibacterium prausnitzii, Parabacteroides distasonis, y Bacterokles uniformis; a la par que una reducción en la presencia de Escherichia coli.
El equipo vinculó también estos cambios bacterianos con determinadas áreas cerebrales. Por ejemplo, la abundancia de bacterias E. coli, Coprococcus comes y Eubacterium hallii fue asociada a la actividad del giro orbital frontal inferior izquierdo, mientras que bacterias como P. distasonis y Flavonifractor plautii fueron asociadas a la actividad en regiones del cerebro que vinculamos con funciones motoras, emociones y aprendizaje.
Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.
Causa y efecto. La correlación entre estos cambios parece clara pero no la relación de causa y efecto. Es decir, si son los cambios en el cerebro los que generan cambios en la microbiota o si son los cambios en el sistema gastrointestinal los que de alguna forma generan alteraciones en el cerebro de las participantes.
“Un bicrobioma intestinal sano y equilibrado es crítico para la homeostasis y mantener un peso normal. En contraste, un microbioma anormal puede cambiar nuestra conducta alimenticia afectando al área del cerebro involucrada en la adicción,” explicaba en una nota de prensa Yongli Li, coautora del estudio.
Dilucidar la cuestión de las relaciones causales puede ser el próximo paso en la investigación. Para ello resultará conveniente comprender mejor los mecanismos que comunican cerebro y sistema gástrico.
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Imagen | Jane Trang Doan / Cats Coming
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xTrange
Conclusion del estudio, ninguna, o mejor dicho, en este artículo no se explican
m0nsam
Aclarar que el ayuno intermitente se refiere a justamente eso, un ayuno periódico, que se puede mantener en el tiempo y que no tiene por qué afectar a la nutrición. No suele, o no se considera ayuno intermitente a tiempos superiores a 24 horas. Aunque podría haber ayunos complejos a lo largo de la semana, como 36 h de ayuno y dos días normales con 2 comidas, y otras 36 horas de ayuno. O también ayunos intermitentes que hacen dos comidas al dia pero consiguen un ayuno de 24 horas entre dos días, desayunando y comiendo el primer día, y evitando la cena de ese mismo día, así como el desayuno del día siguiente, pero volviendo a comer y cenar durante el segundo día. En cualquier caso, ayunos de 2 o 3 días, o más, no se consideran ayunos intermitentes, y no se suelen realizar de forma periódica. El ayuno intermitente se suele referir a sólo unas horas, como los más frecuentes: 12/12, o 16/8, o 20/4.
Por otra parte, aunque mucha gente lo utiliza para adelgazar, y restringir la cantidad de alimentos al tener menos tomas, no tiene nada que ver ni tiene por qué suponer restricción calórica. De hecho, el ayuno intermitente es un estilo de vida cuyo mayor beneficio es la autofagia, y debería realizarse con conocimiento de nutrición, sin restricción de nutrientes, aunque sólo se coma durante un periodo de tiempo concreto.
El ayuno intermitente, junto a otras formas de conseguir el aumento de la autofagia, es parte de campos de investigación en medicina desde hace mucho tiempo.
Los efectos de realizar la prueba del artículo y asociarlos a causas concretas es muy difícil. ¿Qué cambios en los nutrientes se han producido, o debidos a la restricción calórica?, aspectos que no están necesariamente asociados al ayuno intermitente.
Sí hay otros estudios en los que se observa las reacciones que se producen en el cuerpo durante el tiempo de ayuno, asociándolo de forma clara el efecto a la causa.
Como digo, el ayuno intermitente es mucho más que restringir comida (de hecho no tiene nada que ver, se puede restringir comida de mil formas sin hacer ayuno intermitente), pues se puede comer todo lo que se necesita para estar bien nutrido e incluso engordar aunque se ayune durante 16 horas y luego se coma dentro de una ventana de 8 horas. El ayuno intermitente es, sobretodo, la búsqueda de la autofagia.
Es una lastima que se asocie casi siempre con una dieta para adelgazar.
Saludos,
AngelChinchillo
Llevo un mes o así probando el ayuno intermitente, empecé 12:12 a ver que tal y ahora ya estoy en 8:16. Pasé de hacer 5 comidas a 2, como la misma cantidad de comida, es cierto que al principio tienes como ganas de hacer la ceremonia de la comida que te falta pero no es hambre, es más la costumbre... A nivel sensaciones la primera es la inflamación, el cuerpo se siente mas desinchado, lo segundo es la energía, estas más energico, después por mi parte perdí el ansia de querer comer constantemente, el saber que no voy a comer masás hasta el día siguiente me permite poder centrarme en otras cosas. En las comidas que hago ahora si como más tarde ya no me entra el mal humor por pasar la hora, estoy más tranquilo. A nivel peso no he perdido especialmente mucho, pero si me veo mejor, hago deporte regularmente y no se ha visto afectado, quizas algo mejor por la energia, pero a nivel pesos, fuerza intensidad igual, esto me hace pensar en eso que se dice del estado anablico y catabolico, cuantos misterios nos quedan por descubrir!
luci69
Yo lo hago cada 25 hora comiendo dos veces al dia.
Spaniard37
Llevo un año, y fantástico oiga. Adicción como cualquier otro humano, nada obsesivo y me siento ligero como el viento.
jesusmarrone
Es la forma más sana y cómoda de adelgazar. Yo perdí 10 kilos dejando de cenar 3 veces a la semana. Ahorras también tiempo y dinero. Al principio cuesta un poco, pero cuando te acostumbras no es difícil. Hay que consultar antes con tu médico.
eufrasio
Entonces es bueno o malo?
xconv
Los "expertos" del internés hablan maravillas de algo de lo que no entienden. Vamos, que este no va a ser el último estudio que trate sobre la idiotez del ayuno.